¿Qué consecuencias trajo la participación de niños en la guerra de los mil días?
Respuestas
Respuesta:
Explicación:Niños y jóvenes en los ejércitos
colombianos del siglo XIX
El 21 de noviembre de 1902 se firmó el tratado de
paz a bordo del USS Wisconsin. Con ello se dio término
a tres años de guerra entre las facciones liberales y
conservadores en Colombia. No obstante, el drama
que involucró a miles de personas en el país no cesó
y al final solo quedaron los recuerdos plasmados en
la triste pérdida de Panamá, una inflación extrema y
unos campos arrasados por la guerra. En medio de ello,
apareció una fotografía que se hizo famosa en todo el
mundo, publicada en L’Illustration, en París, en 1902
(ver figura 1). En esta aparecen varios niños soldados
del Ejército portando armas en nombre del Gobierno,
lo que representó la participación de los niños en las
guerras nacionales del siglo XIX y comienzos del XX.
Figura 1. Fotografía publicada en L’Illustration”,
en París en 1902
Colombia era una república joven, cuya infancia
política le había permitido establecer varios conflictos
internos y cambios constitucionales en busca de un
rumbo claro que la llevara a su juventud. Quizá, por
ello, los políticos aparecieron como unos ilustrados
adrede, mientras que la ignorancia aunada al déficit de
cobertura del sistema educativo, a la escasa o inexistente infraestructura vial, a la división partidista y al
estancamiento comercial llevaron a que la crisis fuera
más profunda. Luis Eduardo Nieto Arteta escribió que
las clases políticas del siglo XIX “escribían poemas
mientras la nación se hundía en la pobreza y en el desorden político” (1968, p. 27). Esto se reflejó en el pueblo
que gobernaban.
De allí que la construcción de un proceso de nación
quedara plasmado en pinceladas de buenas intenciones.
La guerra se convirtió en una constante y en una forma
de dirimir los problemas internos y el reclutamiento
apareció como una forma de vincular a toda la población,
en particular, a los sectores más jóvenes.
Por esta razón, el debate de la existencia de un ejército
fue parte fundamental de la organización de las Fuerzas
Armadas en la naciente república y se acomodó como
parte de las representaciones de la vida cotidiana. En buena
parte, la vida de un hombre giraba desde muy joven en
torno a la posibilidad de ser reclutado para integrar alguno
de los ejércitos que se organizaron durante el siglo XIX.
En la década de los años cincuenta de ese siglo, se había
llegado al consenso de un ejército reducido hasta su mínima expresión, al ser considerado innecesario por lo que
el número de efectivos varió con cada gobierno y cada
coyuntura política nacional hasta el siglo XX.
El referente directo para los colombianos fueron
las constantes noticias acerca de las guerras que se
desarrollaron durante el siglo XIX y el siglo XX. Anota
Sabina Loriga que entre 1618 y 1763, por ejemplo,
Francia combatió durante 73 años; la República de
las Provincias Unidas 62; España luchó 82 años;
Inglaterra, 45, y Austria nada menos que 92 años. A las
guerras profesionales pronto les siguieron 24 guerras
revolucionarias, de 1792 a 1815, y una larga cadena de
guerras de las naciones que siguieron al conflicto de
Crimea y precedieron el estallido de la Primera Guerra
Mundial (Loriga, 1996, p. 26).
A estos se sumó el hecho de que casi todos los
ejércitos participantes en estos conflictos vincularon a
niños y jóvenes en sus filas, desde Napoleón Bonaparte,
en el siglo XIX, hasta la heroica defensa rusa en la Segunda
Guerra Mundial, de manera que hubo una legitimación
tácita frente a la presencia de los niños y los jóvenes
en los ejércitos. La participación de estos y su número
de bajas fueron parte de las razones por las cuales se
presentaron numerosos descensos de población en
Europa. A este proceso de legitimación de la presencia
de jóvenes y niños en la guerra contribuyeron obras
literarias como las de Edmundo de Amicis con su libro
Corazón. En esta obra se narra en repetidas ocasiones el
heroísmo de estos, en distintas circunstancias, en medio
del proceso de construcción de la nación italiana. Este
libro irrigó la imaginación de muchos niños y jóvenes en
el mundo, mediante las historias de los pequeños héroes
de la guerra que se sacrificaron por su patria, como en el
Tamborilero sardo
Respuesta:
Consecuencias de la guerra :
Después de la guerra, Colombia quedó devastada: se dio una gran crisis económica que se agravó con la separación de Panamá el 3 de noviembre de 1903, y la deuda de los gastos militares en los que incurrió el gobierno. El país estaba empobrecido, sus industrias y vías de comunicación se encontraban destruidas, y la deuda externa e interna eran considerables, tanto así que la libra esterlina, tipo de cambio de la época, había pasado en 1898 de 15,85 pesos hasta llegar a cotizarse en 1903 a 505 pesos.
A su vez, a causa de la derrota de los nacionalistas se firmó la Ley 33 de 1903 que establecía el patrón oro para controlar la emisión monetaria recogiendo el circulante que había sido emitido durante la Regeneración. Prohibió cualquier nueva impresión de moneda fiduciaria y adicionó que había suspendido las emisiones de papel moneda como recurso fiscal mediante el Decreto 217 de febrero de 1903.78
Durante la guerra unos 75 000 hombres fueron movilizados en total por ambos bandos, que llegaron incluso a reclutar niños soldados, dejando unas 39 000 bajas como máximo. Al país le costó proteger el delicado equilibrio de paz durante aproximadamente cuarenta y cinco años.
Explicación: