Respuestas
Respuesta:
en oración en ayuno e ir a la iglesia se que estamos en cuarentena así que puedes entrar a cultos virtuales
explicación:
Respuesta:Primero: comienza por escucharlo. La fe no es un programa de doce pasos. Tampoco es un problema de algebra que necesite ser "resuelto". Es un asunto de amor. Como con el esposo o la esposa, lo más importante que podemos hacer es estar presentes y escuchar. Esto requiere invertir tiempo y concentración. Si cierta disposición de impaciencia o de pretender escuchar no funciona con el cónyuge, ¿por qué habría de funcionar con Dios?
En segundo lugar: cultiva el silencio. No podemos escuchar cuando nuestro mundo está lleno de bulla y juguetes. C.S. Lewis decía con frecuencia que la bulla es la música del infierno. Nuestros juguetes – las cosas que elegimos para distraernos – nos mantienen alejados de concentrarnos en las principales cosas de la vida: ¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es el sentido de mi vida? ¿Existe Dios, y si es así, quién es Él y qué me pide?
Tercero: busca la humildad. La humildad es al espíritu lo que la pobreza material es para los sentidos: el gran purificador. La humildad es el comienzo de la cordura. No podemos realmente ver – mucho menos amar – a cualquiera cuando uno mismo está en medio del camino. Cuando finalmente vemos y creemos en nuestra propia pecaminosidad y falta de importancia, muchas otras cosas se hacen posibles: el arrepentimiento, la misericordia, la paciencia y el perdón para otros. Estas virtudes son las piedras angulares de otra gran virtud cristiana: la justicia. Ninguna justicia es posible en una telaraña de ira mutua, recriminación y orgullo herido.
Cuarto: cultiva la honestidad. La honestidad completa solo es posible para el hombre humilde. La razón es simple. La honestidad más importante y dolorosa es decirnos la verdad a nosotros mismos sobre nuestros motivos y nuestras acciones. La razón por la que la honestidad es un magneto tan poderoso es porque es muy inusual ya que la vida moderna está tan construida sobre el marketing de las medias verdades y mentiras sobre quiénes somos y lo que merecemos. Muchas de las mentiras están bien intencionadas y son incluso inocuas; pero no dejan de ser mentiras. La Escritura alaba a la mujer y al hombre honestos porque son como el aire limpio en un cuarto lleno de humo. La honestidad le permite a la mente respirar y pensar claramente.
En quinto lugar: busca ser santo. Ser santo no significa ser amable, ni quiera bueno, aunque la gente verdaderamente santa siempre es buena y, con frecuencia – aunque no siempre – amable. La santidad significa ser "algo más". Es lo que quiere decir la Escritura cuando nos dice que estemos "en el mundo sin ser del mundo". Y eso no sucede milagrosamente. Necesitamos optar por buscar la santidad.Sétimo: lee. La Escritura es la Palabra viva de Dios. Cuando leemos la Palabra de Dios, nos encontramos con Dios mismo. Pero hay más: J.R.R. Tolkien, C.S. Lewis, Georges Bernanos y muchos otros fueron escritores profundamente inteligentes y destacados, cuyas obras se nutrieron de la mente y el alma cristiana, además de su inspirada imaginación. Leer también sirve para otro propósito más sencillo: calla la bulla que nos distrae de la reflexión fecunda. No podemos leer Las cartas del Diablo a su sobrino y ver un programa de televisión en serio y al mismo tiempo. Y eso es algo muy bueno.
Por cierto, si no has decidido aún lo que vas a hacer extra en el 2014, lee la maravillosa historia corta de Tolkien titulada Hoja de Niggle. Te tomará menos de una hora pero se quedará contigo para siempre. Y luego lee la gran trilogía religiosa y de ciencia ficción de C.S. Lewis: Más allá del planeta silencioso, Perelandra: un viaje a Venus; y Esa horrible Fortaleza. Nunca más verás al mundo de la misma manera.
Ocho: cree y actúa. Nadie "gana" la fe. Es un don gratuito de Dios ante el que necesitamos estar dispuestos y listos para recibirlo. Podemos disciplinarnos para estar preparados. Si buscamos sinceramente la verdad, si deseamos las cosas más grandes que las que esta vida tiene para ofrecer, y si dejamos abiertos nuestros corazones a la posibilidad de Dios: entonces un día creeremos, así como cuando escogemos amar a alguien más profundamente y volcamos nuestro corazón sinceramente a la tarea, entonces tarde o temprano podremos hacerlo.
Explicación:espero y ayude