Respuestas
Respuesta:
un hombre apesar de ser rico trataba de ayudar a los pobres aunque aveses
no lo hacia
Explicación:
ahora tu espero ayudarte
Respuesta:
El señor Puk era muy rico. Superriquísimo. Tenía depósitos llenos de monedas. Monedas de oro, de plata, de níquel. Monedas de quinientas, de cien, de cincuenta. Quintales y toneladas de monedas y billetes de todas clases y de todos los países.
–dijo el señor Puk–, una para cada día del año. La casa debe tener doce pisos, uno por cada mes del año.
–Nada de eso.
–Nada de tejas. Utilizará mis monedas de plata; obtendrá una cobertura muy sólida.
El arquitecto hizo el diseño y se inició la construcción.
Todas las noches, el señor Puk registraba a los albañiles para asegurarse de que no se llevaban algún dinero en el bolsillo o dentro de un zapato. También les hacía sacar la lengua por si escondían alguna moneda en la boca.
Cuando se terminó la construcción, el señor Puk se quedó solo en su inmensa casa en medio del desierto, en su gran palacio hecho de dinero. Había dinero bajo sus pies, dinero sobre su cabeza, dinero a diestra y siniestra, delante y detrás, y adonde fuera, a cualquier parte que mirara, no veía más que dinero.
El señor Puk se puso a hojear rabiosamente todos los volúmenes de su biblioteca y encontró una docena de billetes falsos.
–¿No habrá también monedas falsas rodando por la casa? Tengo que mirar.
Y así empezó a deshacer toda la casa, en busca de monedas falsas. Empezó por el tejado y luego siguió hacia abajo, un piso tras otro. Cuando encontraba una moneda falsa, gritaba:
–La reconozco, me la dio aquel bribón.
Poco a poco, el señor Puk desmontó toda su casa.
Explicación: