Respuestas
Explicación:
La fiscalidad colonial tuvo muchas expresiones. La más gravosa de las cargas impuestas a los indios se pagaba con trabajo, sin contar con que, además, producir y presentar un tributo en especie implicaba trabajo, y no menos el ganar lo necesario para pagarlo en dinero. Pero el término “tributo” se reservó para una capitación o pago fijo asociado a un reconocimiento de dependencia o vasallaje.
Al decir “tributo en Nueva España” lo primero que viene a la mente es el denominado tributo real que pagaban los habitantes de los pueblos de indios. En su forma final, en el siglo XVIII, montaba un peso y media fanega de maíz al año. Pero esta descripción sencilla no deja ver una realidad compleja, difícil de resumir en pocas páginas. Además, los mismos tributarios que sufrían esa carga enfrentaban otras más que no se llamaban “tributo” pero en esencia lo eran, y, por otra parte, los que formalmente no eran “tributarios” —incluidos los españoles— también tenían que tributar. Es decir, casi todos pagaban impuestos de algún tipo. No nos engañemos por el tinte imperialista que nos resuena al leer la palabra “tributo”: hoy mismo pagamos nuestros impuestos a través del Servicio de Administración Tributaria.