¿Cómo crees que afectará la situación actual por la pandemia a causa del COVID-19, al desarrollo humano en general?
Respuestas
Respuesta:
El mundo se enfrenta a una prueba sin precedentes. Y ha llegado el momento de la verdad.
Cientos de miles de personas están cayendo gravemente enfermas a causa de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), que se está propagando exponencialmente en muchos lugares.
Las sociedades están en crisis y las economías están en picada.
El Fondo Monetario Internacional ha reevaluado las perspectivas de crecimiento para 2020 y 2021 y ha declarado que hemos entrado en una recesión, tan grave o peor que en 2009.
Debemos responder de manera resuelta, innovadora y conjunta para suprimir la propagación del virus y abordar la devastación socioeconómica que la COVID-19 está causando en todas las regiones.
La respuesta deberá ser en gran escala, coordinada y amplia, en correspondencia con la magnitud de la crisis, y guiarse a nivel nacional e internacional por la Organización Mundial de la Salud.
También deberá ser multilateral, de manera que los países se muestren solidarios con las comunidades y naciones más vulnerables.
El mensaje del informe que publicamos hoy es claro: responsabilidad compartida y solidaridad mundial en respuesta a los efectos de la COVID 19.
Es un llamamiento a la acción.
Debemos ver a los países no solo unidos para vencer al virus, sino también para hacer frente a sus profundas consecuencias.
En primer lugar, a una respuesta sanitaria coordinada inmediata para suprimir la transmisión y poner fin a la pandemia.
A una respuesta que amplíe la capacidad sanitaria para realizar pruebas, rastrear casos, poner en cuarentena y ofrecer tratamientos, sin dejar de proteger la seguridad de los equipos de respuesta inicial, y que vaya acompañada de medidas para restringir el movimiento y el contacto.
A una respuesta que brinde acceso universal a tratamientos y vacunas, una vez que estén listos.
Es esencial que los países desarrollados ayuden inmediatamente a los menos desarrollados a reforzar sus sistemas de salud y su capacidad de respuesta para detener la transmisión.
De lo contrario, nos enfrentamos a la pesadilla de que la enfermedad se propague como un incendio forestal en el Sur Global en que mueran millones de personas y a la perspectiva de que la enfermedad vuelva a aparecer donde antes fuera suprimida.
Recordemos que solo somos tan fuertes como el sistema de salud más débil de nuestro mundo interconectado.
Me preocupa especialmente el continente africano, y aliento firmemente al Grupo de los 20 (G20) a que siga adelante con una iniciativa del G20 para África que se propuso en la Cumbre.
En segundo lugar, debemos abordar las devastadoras dimensiones sociales y económicas de esta crisis, centrándonos en los más afectados: las mujeres, las personas de edad, los jóvenes, los trabajadores con salarios bajos, las pequeñas y medianas empresas, el sector no estructurado y los grupos vulnerables, especialmente los que se encuentran en situaciones humanitarias y de conflicto.
Debemos ver a los países no solo unidos para vencer al virus, sino también para hacer frente a sus profundas consecuencias.
Ello significa diseñar políticas fiscales y monetarias capaces de apoyar la provisión directa de recursos para apoyar a los trabajadores y los hogares, la provisión de seguros de salud y de desempleo, el aumento de la protección social y el apoyo a las empresas para evitar las quiebras y las pérdidas masivas de puestos de trabajo.
Lo que se necesita es una respuesta multilateral en gran escala, coordinada y amplia que ascienda al menos al 10 % del producto interno bruto mundial.
Explicación: