Respuestas
Respuesta:Varios factores han favorecido el incremento
del número de animales de compañía en las
grandes ciudades colombianas, como: la demanda
de mascotas para llenar espacios afectivos en los
entornos familiares, el aumento en la capacidad
económica de las clases sociales, permitiéndoles
asumir gastos anteriormente no contemplados en
su presupuesto, y el fenómeno de desplazamiento
de poblaciones campesinas desde las áreas rurales,
trayendo consigo la cultura de la posesión de
animales.
Tener un perro para el cuidado de la casa,
la vigilancia de un negocio, o como compañía
para un niño o un adulto, se ha convertido en una
necesidad para muchos. Los registros del Ministerio
de Protección Social del año 2006 indican que en
Colombia hay 4’224.575 perros (9). El Congreso
colombiano a través de la Ley 746 reguló la tenencia
de los perros en las zonas urbanas y rurales, con el
fin de proteger la integridad de las personas, la salud
pública y el bienestar del propio ejemplar canino
(17).
En el país cada año crece no sólo la población
humana, sino también la canina, por lo que el censo
canino y felino de la ciudad de Bogotá en el 2005,
reveló que hay un perro por cada diez personas y
un gato por cada 50. Según la Secretaría Distrital
de Salud de Bogotá, en la capital hay más de 775
mil perros y un total de 144.928 gatos que sirven de
mascotas (24).
Este aumento desmedido de mascotas en
las ciudades empieza a plantear problemas de
cohabitación, a la vez que requiere de la revisión
de las interrelaciones que derivan de esta situación,
sus repercusiones en la salud pública y en la salud
individual, para así establecer medidas necesarias
para minimizar los factores de riesgo de zoonosis.
Sin embargo, a pesar de las dificultades que pueda
traer estas poblaciones masivas de animales, es
importante hacer una reflexión en torno al porque
esta relación hombre-animal es tan estrecha, lo
que ha llevado a que las mascotas tengan una gran
aceptación en la vida del ser humano.
Explicación:
La influencia positiva de las mascotas en la salud y bienestar de los seres humanos es bien reconocida y
comprende los aspectos sicológico, fisiológico, terapéutico y sicosocial. La función como facilitadores en la
terapia asistida motivacional y física de numerosas enfermedades, ha permitido que los efectos benéficos de
la tenencia de animales sean empleados en el ámbito terapéutico. Adicionalmente, la compañía de mascotas
se ha reconocido como un factor protector contra enfermedades cardiovasculares y reductor del estrés de
sus propietarios: son un soporte sicológico, reducen la sensación de soledad y permiten la interacción
de sus propietarios con el medio social que los circunda. Estas relaciones hombre-animal implican
algunos riesgos zoonóticos que es necesario minimizar, en especial en personas inmunocomprometidas;
es aquí donde el médico veterinario debe cumplir una importante función en la asesoría para la tenencia
responsable de las mascotas. Así mismo, es esencial que el propietario conozca cuales son las obligaciones
legales de la tenencia de una mascota.