Respuestas
Come frutas y verduras
Haz ejercicio
Duerme 8 horas
Toma agua
Evita comida chatarra
Tenga una alimentación variada
La proporción de los distintos alimentos en la alimentación hará que este conjunto resulte más o menos saludable. Debe tratar de mezclar los grupos de alimentos (frutas, verduras, cereales, carbohidratos, proteínas y grasas) conservando y no eliminando ninguno. Además, la prelación debe ser por las proteínas, frutas, verduras y cereales, y no por los carbohidratos y grasas.
2. Consuma verduras
Las verduras aportan vitaminas, minerales y fibra. Se recomienda consumir verduras en la tarde y en la noche. Un buen hábito dietético es comenzar las comidas con alimentos crudos. Aumentar el consumo de fibra en la alimentación previene el colesterol alto, los problemas de colon y de estreñimiento. Prefiera las ensaladas frescas a las cocidas.
3. Modere el consumo de carne y de pescado
El aporte diario de proteína necesario para una dieta equilibrada no debería superar el 15% del aporte energético total. La carne y el pescado no son las únicas fuentes de proteínas. El equilibrio se puede conseguir a partir de las proteínas de las legumbres (soya, lentejas, garbanzos); los productos lácteos (quesos frescos, yogurt); huevos (con moderación) y frutos secos (almendras, avellanas, nueces).
4. Incluya el huevo
La proteína del huevo tiene una excelente composición en cuanto a aminoácidos esenciales, así como una buena digestibilidad. De hecho, el huevo contiene casi todos los nutrientes esenciales para los humanos (sirve para el mantenimiento de función ocular, protección de la piel, las membranas celulares, las neuronas y el metabolismo). Una persona con buena salud puede consumir un huevo al día.
5. Punto justo de sal
Para conseguir una reducción de sal en las comidas son de gran ayuda las hierbas aromáticas utilizadas en las ensaladas y verduras, o el jugo de limón. Otro recurso es cocer las hortalizas con muy poca agua o al vapor. Así conservan su sabor completo y sus sales minerales. Si usa sal, es preferible la sal marina natural, pues aporta magnesio que regula el metabolismo y es importante en el proceso de formación de los huesos.
6. No coma a deshoras
Todas las enfermedades tienen un componente metabólico, por lo que son susceptibles de modificaciones beneficiosas o perjudiciales por medio de manipulaciones alimentarias y nutricionales. Una dieta normal para un adulto es de unas 2.000 calorías al día. Lo lógico es repartirlas en las tres comidas diarias variando la alimentación y comer entre comidas alimentos saludables (yogurt, queso, galletas de fibra, cereales, fruta). La comida de la noche no debe suponer menos del 25% de esa ingesta diaria (500 calorías) y siempre se debe hacer.
7. Consuma vitaminas y minerales con moderación
Las necesidades de vitaminas y minerales, presentes en la mayoría de los alimentos, varían según el individuo. Estas sirven como antioxidantes, para fortalecer los músculos, para el cabello y hasta para mantener un buen estado de ánimo. El calcio, por ejemplo, previene la artritis, hipertensión arterial y cáncer de colon, entre otros. Sin embargo, las vitaminas como la A, D, E y K se acumulan en el organismo y no son eliminadas fácilmente, lo que puede producir incluso estreñimiento. Se justifica su uso como medicamento, bajo supervisión médica, si la persona sufre alguna enfermedad o carece de alguno de estos nutrientes.
8. Organice su tiempo
Priorice sus actividades y ordene en una agenda lo que debe hacer según su importancia. Identifique sus horas de mayor energía y así desarrolle las actividades que demandan mayor esfuerzo en este horario y reserve las de menos energía para el descanso o los hobbies. Además, planifique su tiempo hora por hora incluyendo las comidas, la vida social, el descanso o el ejercicio. Sea realista con su tiempo y póngase como meta dejar un tiempo al ocio productivo.
9. Ejercicios dentro de la oficina
Si no tiene tiempo de salir de su oficina, allí puede bajar y subir escaleras, aunque sea dos o tres pisos. Este es un buen ejercicio y solo le tomará de 15 a 20 minutos. También puede ir caminando a sus citas o incluso hasta su casa. Si no puede hacerlo todos los días, hacerlo de dos a tres días a la semana es una buena idea porque así estaría realizando la actividad física mínima de 30 minutos que recomiendan los especialistas.
10. Tome tiempos de descanso
Si no puede dedicarles tiempo al ejercicio o a los hobbies, lo mínimo que debe hacer es tomar períodos de 30 a 40 minutos de descanso dentro de la oficina, o salir y tomarse un café. Primero, porque la gente que se sienta frente al computador todo el día puede sufrir problemas de espalda, columna o cuello, aunque nunca los haya padecido e, incluso, los ojos se pueden ver afectados. De igual forma, al estar muy cansado, su productividad en la oficina no va a ser la misma.