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Respuesta:
El ser humano y los animales
El ser humano comparte ecosistema con gran cantidad de especies de animales, y pese a que muchas se adaptan muy bien a la vida cotidiana del mismo, otras pueden llegar a ser causantes de problemas eventuales que deben de ser controlados. Es el caso de las aves, las cuales pueblan el cielo infinito y que sobrevuelan sin control por todo tipo de zonas, incluídas las urbanas. La superpoblación de las mismas (es decir, las grandes bandadas) pueden llegar a crear graves consecuencias a El ser humano y los animales
nivel tanto de estructuras (atascos en sistemas de ventilación y agua, sus excrementos son ácidos y corroen los materiales, etc.) Como de salud, pudiendo transmitir diversas enfermedades (las palomas son denominadas como las ratas del aire). Es por esto que se debe de mantener un control de aves para que ninguna de estas situaciones ocurra, y siempre intentando respetar al máximo a la especie en cuestión.
El ser humano y los animales
La relación con éstos animales además suele ser inculcada por los propios padres a sus hijos a través del propio núcleo familiar, y la inserción de una mascota en el mismo (si no la hubiese ya antes del nacimiento del retoño). Se dice que la convivencia entre niños y perros aporta gran cantidad de factores positivos a ambas partes, consiguiendo crear un lazo de unión muy fuerte entre el animal y el pequeño, enseñándole a este además desde muy pequeño la responsabilidad que supone
cuidar y mantener a un ser vivo.
Explicación:
Respuesta:Ahora bien, una cosa es que podamos definir el involucramiento existencial del ser humano y del animal y otra es discutir cómo pudo haberse llegado a tener noción de que algo así como un animal era distinguible, condición previa para que los humanos hayan podido tomar conciencia de que se involucraban con seres vivos calificados como distintos de ellos. En efecto, el involucramiento biológico y existencial no implica que haya conciencia de ello en las partes involucradas ni tampoco que se esté en condiciones de establecer el criterio de por qué y cómo se está en condiciones de colocar, por un lado, una multitud de seres vivos, para declararlos animales, y, por otro, un conjunto diferente de seres vivos que serán llamados humanos; por ello, no basta el involucramiento para definir con qué se está involucrado. Ahora bien, desde ya, podemos adelantar que el lenguaje nos traiciona en esta discusión, porque la noción de una multitud supone que dicha multitud forma parte del mismo conjunto, de algo que la puede unificar, lo que requiere haber establecido previamente el criterio de clasificación. Del mismo modo, hablar de “humanidad” supone haberla incluido en un solo conjunto, lo que, como se sabe, ha sido numerosas veces cuestionado, como sucedió, en el mundo americano, con los indígenas, materia que resolvió -aunque entonces no siempre convenció
espero te sirva