Respuestas
Porque pasaban «al otro mundo»
Posteriormente en el neolítico el hombre empieza a cultivar la tierra y comienza la aparición de los cementerios. Las tumbas presentan ofrendas y dones tal vez para dioses del otro mundo.
También aparece la figura del dios de la fertilidad y se da culto al toro y la serpiente como fuente de fertilidad
Aparece en la cultura israelita y las doce tribus de Israel, Palestina, etc. que son culturas que aparentan ser monoteístas, sin embargo aparecen las imágenes de dioses que interfieren en la relación entre el hombre y Dios. También en los egipcios existía el sacerdocio del dios-sol que le quitó el poder al gobierno. Depende de las necesidades del hombre, desde cómo se mire, de una situación geográfica, etc. Pero no deberían existir estas fracturas porque se adora a un dios. Por lo que dicen las estadísticas para el hombre el Supremo es un Dios que falta a sus compromisos.
En conclusión podemos ver al hombre como un ente social que siempre ha confiado en lo divino y cuando no tuvo el Dios como Supremo Hacedor, ha inventado elementos que emanan de la naturaleza dándole caracteres divinos en los cuales él pueda confiar. Estos dioses creados son uno de los elementos que «desgastan» la fe que el individuo debiera tener en Dios, lo que genera las religiones y se convierte en un apóstata. Por lo tanto la religión es la que se desgasta y no Dios. El Poder de Dios nunca se verá corroído o viejo porque Dios es sempiterno.
Si estamos de acuerdo, podemos decir que los sumerios no disponían de la Biblia, sino de dioses que ellos inventaron y eso sí que hace que las religiones se desgasten, pero la palabra de Dios no se desgasta.
Respuesta:
La religión no es importante. Jesús no es religión, Jesús es vida, es evangelio. Es importante reconocer esto. ¿Que nos dice la religión? "Si obedezco los mandatos, Dios me va a amar" ¿Pero que nos dice el evangelio? "Soy amado, por eso debo obedecer los mandatos" ¿Lo ves? Hay mucha diferencia, la religión no sirve. Por eso Jesús siempre dejaba en ridículo a los religiosos. (Mateo 23:1-34)