3.
En la actualidad al igual que en Grecia la música y la educación físicas son las
materias más importantes de los jóvenes y por qué?
Respuestas
Respuesta:La Grecia antigua siempre ha sido considerada como la “cuna de la civilización occidental” debido a sus valores e ideales ético-educativos, que se expandieron por gran parte del Mediterráneo hasta llegar incluso al mundo romano. Dentro de este contexto, hay que considerar a la cultura como un ideal formativo dentro de la comunidad que conducía al hombre a perfeccionar sus conocimientos. Y, precisamente para alcanzar esta meta, los griegos contaban con la paideia o la educación de los más jóvenes dentro de los valores necesarios para engrandecer cada polis[1].
Para conocer mejor la educación griega, a lo largo de las siguientes líneas, realizaremos un breve recorrido por los diversos estadios formativos de la civilización griega, desde el periodo arcaico hasta el helenístico.
La Grecia clásica se sitúa históricamente entre los siglos V y IV a.C. A esta etapa (especialmente en el siglo V a.C.) se la considera el gran momento de auge de la cultura griega (conocido como el siglo de Pericles, debido a la hegemonía ateniense), por lo que se convierte en uno de los más interesantes para tratar el tema de la educación. Aunque los principios educativos se consideraban ideados para la aristocracia, sus avances comenzaron a aplicarse a hombres libres de todas las clases sociales dentro de las polis[2].
En cuanto a las fuentes que nos permiten tener una visión bastante completa de la educación en el mundo griego, tenemos de varios tipos. Las más importantes son las fuentes literarias, ya que son muy abundantes los textos que proporcionan información acerca de la práctica educativa. En primer lugar, destacan las obras de Homero y Hesíodo, que nos permiten conocer la educación aristocrática de la época arcaica. A continuación, un cierto número de autores, como Sófocles o Tucídides entre otros, nos enseñan a través de sus textos cómo era el proceso educativo ideal del mundo griego. Y, en último lugar, tenemos las obras de Platón, Isócrates y Aristóteles, un legado pedagógico que nos permite conocer los principios filosóficos que sostenían la paideia griega. Tras la literatura, contamos con las fuentes arqueológicas, consistentes sobre todo en un enorme conjunto de restos cerámicos. Entre ellos, los grafitos y los ostraca permiten conocer el nivel real de alfabetización alcanzado por la población. Asimismo, se han conservado restos de cerámica con escenas pintadas donde se muestran detalles de la vida escolar de los niños griegos, con los que se puede conocer el día a día de los más pequeños. En último lugar, contamos con la epigrafía. Se han encontrado diversas inscripciones donde se menciona a los diferentes docentes, por lo que podemos conocer un poco más del trabajo de los profesores griegos[3].