Según estas teorías podemos explicar el origen del ´poder de una manera divina. Es decir, o bien el

poder ha sido otorgado por un Dios o varios (según la religión sea monoteísta o politeísta) al actual

gobernante, como es el caso de los reinos cristianos de la edad Media. O bien ellos mismos son

considerados como dioses o sus descendientes por ejemplo los Faraones egipcios. Al ejercer los

gobernantes un mandato divino su poder es indiscutible y absoluto, lo que en ocasiones puede

resultar injusto para los demás.

Originalmente, el poder político era unipersonal: un rey, un sacerdote, un emperador. Todos ellos

poseían el poder absoluto sobre su pueblo, administraban justicia, gobernaban según su voluntad.

Si el rey, por ejemplo, durante la Edad Media, no era señor de un territorio, entonces era el noble

local o el abad el que poseía ese poder, pero seguía siendo unipersonal. La expresión máxima de

esto fueron las monarquías absolutas del siglo XVII.

Pero avancemos un poco en el tiempo y lleguemos al siglo de las luces, el XVIII. Con la revolución

Francesa y la Revolución Americana la estructura del poder político cambio. Se negó que todo

pudiese encontrarse en las mismas manos, y se dividió en tres: el poder legislativo, por un lado, el

ejecutivo por el otro, y el judicial por aparte. Los tres poseían mecanismos y sistemas para

controlarse y balacearse unos a otros, buscando que fuese imposible que todo el poder recayese

en las mismas manos y con eso se oprimiese al pueblo. Un pueblo que se colocaba formalmente

en el centro de la ecuación, con el establecimiento de las primeras democracias modernas.

El absolutismo es un sistema político en el cual todo el poder está en manos de un solo

gobernante, quien lo ejerce sin límites. El sistema proviene de la idea del francés Jean Bodin, quien

consideraba la monarquía como el sistema perfecto de gobierno. Para él, la soberanía (autoridad

para gobernar) residía en el rey, quien no debía someterse a las leyes. El soberano es la fuente del

derecho y la ley es su deseo. El gobernante absolutista controla todos los aspectos de la sociedad:

político, económico, social, cultural, militar. El aparato militar lo apoya y le obedece. El

absolutismo tomó mucha fuerza en el siglo XVII. Actualmente, a los dirigentes absolutistas los

llamamos dictadores. En el siglo XVII, los monarcas absolutistas justificaban su poder

argumentando que estaban investidos de un derecho divino. Es decir, su autoridad para gobernar

provenía de Dios y el monarca era el representante de Dios en su país. El autor de la teoría del

derecho divino fue el obispo Bossuet, quién decía que el poder del rey venía directamente de Dios

y por tal motivo, el rey le rendía cuentas sólo a Dios, no a los súbditos. Estos sólo tenían que

obedecer la voluntad del rey, pues era la expresión de la voluntad de Dios. El absolutismo surgió

en el siglo XVII por la inseguridad reinante, la cual producía terror en la población. Los gobernantes

aumentaron sus ejércitos para garantizar la seguridad y para hacerlo, cobraron más impuestos

opresores y desiguales. Los súbditos, inconformes, se rebelaron contra los impuestos. En algunas

oportunidades triunfaron y en otras, fueron aplastados. El absolutismo tuvo varios efectos: los

monarcas absolutistas acapararon el control de la gran mayoría de los aspectos de la vida de los

súbditos (controlaron creencias religiosas y la difusión de ideas políticas). Quisieron aparentar ser

más fuertes, ampliaron sus cortes, construyeron gigantescos palacios a grandes costos y

aumentaron la burocracia (la cantidad de funcionarios públicos, en algunos casos innecesarios). Se

volvió un círculo vicioso: había que invertir dinero y para conseguirlo, había que aumentar los

impuestos. Los reyes centralizaron el poder, apoyados por la clase media que quería la paz. El rey

se deshizo del control de la nobleza y de los parlamentos. Además, la Iglesia se había debilitado

con la Reforma y en algunos casos, el monarca asumió el poder religioso. Entre los más famosos

reyes absolutistas en Europa figuran Felipe II de España, Luis XIV de Francia y Pedro el Grande de

Rusia. Felipe II de España, aunque no creía en el derecho divino, sí fue un monarca absolutista.

Recibió la gran riqueza de las Américas y pudo sostener un ejército enorme. Defendió el

catolicismo y por esta razón participó en muchas guerras:

¿Cómo estaba representado el origen divino en la antigüedad.
porfa lo nesesito me duele la cabeza

Respuestas

Respuesta dada por: ArielRojo
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En la antigüedad el origen divino se representaba en caso de los egipcios por ejemplo, el faraón como un descendiente directo de uno de los dioses, en cambio, en las monarquías, como una representación de Dios de su país.

La religión influenció mucho para que sus gobiernos prevalezcan y no sean criticados por la sociedad, debido a que esto era ir en contra de Dios.

Por eso todo cambió cuando se iniciaron las reformas, se atacó a la religión, haciendo también que la razón del poder de los reyes se empezará a desestabilizar.

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