Respuestas
Respuesta:
¡Ay Dios mío!
¡¿Dónde está Dios, en mi momento de ansiedad y angustia?!
Esta es una exclamación y una pregunta que quizás, casi todos, nos hemos planteado en algún momento de nuestra vida ante situaciones y presiones internas en las que sentimos intensa ansiedad y angustia.
Suele suceder que el nivel de intensidad con el que nos afecta la ansiedad y la angustia depende más de la consideración y el valor que nosotros le damos a una situación que del significado y el valor que realmente tiene. Lo que quiero decir es que nosotros mismos, la mayoría de las veces, somos los que magnificamos el sufrimiento, la ansiedad y la angustia que sentimos, porque la situación que consideramos y valoramos como causante de tales sentimientos no tiene realmente la importancia o el enfoque que nosotros le damos.
Vemos en la Biblia que muchas personas clamaban a Dios cuando confrontaban su fragilidad y limitación ante situaciones tan graves o dramáticas como es la enfermedad y la muerte. Tal es el caso de Job (Job cap. 4 vers.5 “¿Te acobardas y pierdes el valor ahora que te toca sufrir?”; cap. 9 vers. 16 al 35 donde Job expresa su pequeñez e insignificancia con relación a la majestuosidad y poder de Dios) del Salmista (Salmo cap. 22 vers.1 “Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?, ¿porqué no vienes a salvarme?, ¿porqué no atiendes mis lamentos?; cap. 69 vers. 1 al 3 “Sálvame, Dios mío, porque estoy a punto de ahogarme; me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo donde apoyar los pies, he llegado a lo más profundo del agua, y me arrastra la corriente. Ya estoy ronco de tanto gritar; la garganta me duele; ¡mis ojos están cansados de tanto esperar a mi Dios!) y otros tantos que se citan en el N.T.
Este planteamiento se fundamenta en una realidad central; El creyente tiene que interiorizar en su conciencia que Dios se interesa en ayudarle en la solución de las situaciones difíciles de la vida.
Explicación:
Respuesta: en manera de personas
Explicación: