Respuestas
Respuesta:En septiembre de 2007, Padraig O‟Malley tuvo una idea. El año anterior había sido el
más violento para Irak. La guerra civil era inminente. Haciendo uso de su experiencia
en Irlanda del Norte y Sudáfrica, el veterano conciliador reunió en Helsinki a más de
doce iraquíes ubicados de uno a otro extremo de la brecha sectaria. En abril de 2008
tuvo lugar una reunión de seguimiento “para ampliar la mesa” con un grupo aún más
influyente de iraquíes provenientes de una muestra representativa de la sociedad—
incluyendo al gobierno, a la sociedad civil y a la academia1
. Un ex-jefe del Ejército
Republicano Irlandés y del Congreso Nacional Sudafricano se unieron a las
conversaciones para arrojar luz sobre la resolución de conflictos. El propósito de estas
reuniones informales no era negociar un acuerdo de la noche a la mañana; el objetivo
era que los iraquíes se sentaran a conversar. Tal y como O”Malley pudo identificar en
Irlanda del Norte y en Sudáfrica, las sociedades desgarradas por la guerra podían
despojarse de su desconfianza, construir relaciones y salvar sus diferencias. Al final de
las discusiones, los iraquíes acordaron un conjunto de diecisiete principios que
abarcaban desde el respeto a los derechos de las minorías hasta la reintegración de
ex-baasistas al gobierno. Desde entonces, y aunque todavía no se alcanza la
reconciliación política en Irak, la violencia ha disminuido
Explicación: YO CREO QUE ES ESO