• Asignatura: Historia
  • Autor: ezequiel771
  • hace 7 años

RETRATO LITERARIO de Mateo, el protagonista de La princesa que rompía cada
noche siete pares de zapatos

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Respuesta dada por: fernandafa098
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Respuesta:

Había un rey que tenia una hija y la hija se llamaba Filomena. El Rey quería saber qué hacía su hija en la noche, porque todos los días amanecían en el cuarto de la Princesa siete pares de zapatos rotos. Ni el Rey ni la Reina podían descubrir qué hacía a altas horas de la noche. No sabían a qué hora salía ni a qué hora volvía, por más que la vigilaban, y áhi 'taban los siete pares de zapatos gastados de que ella los usaba.

Entonces el Rey decretó que el hombre que descubriera qué hacía su hija a esas horas, se la daba en matrimonio, sin mirar calibre.

La Princesa era muy linda y vinieron en seguida mozos de todos lados. Primero vinieron príncipes y mozos ricos, y después hasta piones y esclavos, de todo, y no se pudo saber, por más que se desvelaban, qué hacía la Princesa a altas horas de la noche. Esto se llenó por todo el mundo, lo que decía este decreto. El Rey en su decreto aumentó la curiosidá de todo el mundo. Llegó esto hasta el fin del mundo. Muchísimos venían pero no descubrían qué hacía la   Princesa. El que se presentaba y no adivinaba, le cortaban la cabeza. Ésta era la condición que ponía el Rey, y palabra de rey no puede faltar. Y ya eran muchísimos los que habían muerto.

Había una señora viuda y pobre, que tenía un hijo muy güeno y muy ardiloso. Un día, este hijo se enteró de la noticia de que el Rey daba la hija en matrimonio al que adivinara qué hacía de noche, y le dijo a la madre:

-Mama, yo me voy a ir a ver si adivino y vuelvo casado con la Princesa Filomena.

Como toda madre, se desesperó conociendo el peligro que corría el hijo. Eso la hizo entrar en mucho apuro y le dijo al hijo:

-Pero, dónde vas a ir, hijo, que el Rey te va a matar. Si naide puede adivinar, hijo, cómo te vas a exponer de gusto. Qué voy hacer yo sola si a vos te matan.

Pero él dijo:

-Me voy y me voy, y ya va ver que adivino -y así tuvo que ser.

Este mozo ensilló su cabaíto y dispuso el viaje, y se jue.

Después de muchos días de camino llegó al lugar ande vivía el Rey. En las orías del pueblo llegó a la casa di una viejita que vivía sola en un ranchito. Taba tostando máiz, la viejita. Lu hizo pasar a la cocinita y lo convidó con máiz tostau y mate. Y áhi en conversación, le preguntó:

-Mama vieja, ¿qué noticias se corren por acá?

-Y, la noticia qui hay, hijo, es que el Rey ha echau un decreto dando en matrimonio la Princesa al que adivine adónde va todas las noches pa romper siete pares de zapatos. Naide lo adivina hasta el presente. Y ya li ha echo cortar la cabeza a muchos mozos, el Rey.

-¿Y cómo se puede hacer, mama vieja, para adivinar?

Entonce la viejita le dijo que le iba a dar una virtú para que se haga hormiguita, y si haga invisible tamén, y que le iba a decir cómo tenía qui hacer. Le dijo que cuando llegue al palacio lo iban a llevar a la presencia del Rey y que esa noche lo iban a llevar a la puerta del cuarto de la Princesa. Que cuando la Princesa lo convide con un vaso de vino no lo tome porque es pa que se duerma. Que si haga el que lo toma y que lo bote con disimulo. Le dio un gallo pa que lo ponga en un rincón. Y le dijo que cuando el gallo cante, que es a las doce de la noche, diga: «Por la virtú que Dios me dio que me haga una hormiguita, la más chiquita del mundo». Que áhi se iba a convertir en una hormiguita y que se meta por el aujero de la puerta al cuarto de la princesa. Que la Princesa s'iba hacer un pájaro, y que muy ligero, se le suba por las plumas de la cola y que así iba a ver qué hacia y adónde iba.

Y al otro día temprano, se jue el mozo, y la viejita l'echó la bendición.

Cuando este joven llegó al palacio y dijo a lo que iba, lo llevaron a la presencia del Rey. El morro le dijo que él iba a adivinar qué hacía la Princesa. Entonce la Princesa mira para todos lados y como no ve nada dice:

-Éste riyo 'tá loco, si nu hay naide aquí.

Llega a un gran pedregal que era todo de perlas y le dice:

-Adiós pedregal de perlas.

Y el pedregal le contesta:

-Adiós Princesa Filomena y Dios la guarde de su compaña.

Entonce ella mira, y como no ve nada, dice:

-Este pedregal 'tá loco, si nu hay naide.

La Princesa más intrigada miró para todos lados y como no ve nada, siguió no más. Cuando ya pasó esto, llegó a los confines del mundo adonde había una Salamanca. Entró la Princesa y se hizo persona. Áhi 'taban demonios y brujas. Había muchas niñas como la Princesa, cual de todas más linda. La Princesa bailó tanto, que a cada momento se tenía que cambiar los zapatos, hasta que rompió los siete pares qui había llevado -que todos los días se mandaba hacer siete pares nuevos-. Ya cuando 'taba por aclarar, si acabó el baile, y todos se apuraron a salir de la Salamanca. Áhi empezó a desvestirse la Princesa, y en eso se le cayó un pañuelito que tenía con las letras de su nombre y se lu agarró l'hormiguita. Como 'taba tan apurada, lo dejó de buscar, y s'hizo pájaro otra vez y se voló.


ezequiel771: no es a esa pregunta a que me referia
ezequiel771: no queria la historia
ezequiel771: queria el retrato literario de mateo
ezequiel771: pero igual gracia
ezequiel771: gracias
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