Qué efectos produjo en los combatientes y en la población civil, el empleo de dichas innovaciones??????????
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La misma Gran Guerra –que hace 100 años estalló con el disparo que mató al archiduque Francisco Fernando, terminó con imperios y mató a 10 millones de personas– dejó también como herencia importantes cambios en la estrategia y tecnología militares.
Durante el siglo XIX, todos los conflictos bélicos habían sido relativamente breves, lo que llevó a los generales europeos a creer que esta nueva guerra tendría un rápido desenlace. “Estarán en casa antes de que caigan las hojas”, les vaticinó el káiser alemán Guillermo II a sus soldados, al enviarlos al frente de batalla.
Pero la presunción de victoria rápida olvidaba que el nuevo conflicto traía consigo un componente ideológico: el nacionalismo.
La guerra química
Hoy, el uso de gases tóxicos es considerado un crimen de guerra y un arma de destrucción masiva. Pero durante la Primera Guerra, el káiser Guillermo (emperador alemán) las veía como “una forma superior de matar”. “En ese tiempo se las consideraba una excelente arma, desde el punto de vista de la economía de fuerzas, y una buena opción para romper las trincheras”, explica Fernando Wilson, académico de la Facultad de Historia de la Universidad Adolfo Ibáñez, de Chile. Tras un primer intento fallido en enero, los alemanes consiguieron su propósito al lanzar gas cloro a las trincheras francesas el 22 de abril de 1915, cerca de Ypres (Bélgica).
Atravesar la trinchera
En 1914, la “guerra de movimiento” que esperaba la mayoría de los generales europeos se estancó en una inesperada, y aparentemente imposible de ganar, guerra de trincheras. Entre los disparos de ametralladoras y la enorme cantidad de soldados que defendían las trincheras con rifles, los atacantes sufrían miles de bajas antes de poder llegar al otro lado de la “tierra de nadie”, como se conocía al espacio entre ambos ejércitos.
En un principio, los ingleses les pintaban en el techo la palabra tank, para hacerles creer a los alemanes que se trataba de tanques de agua o de algún otro líquido.
Despegue en el mar
Los portaaviones nacieron debido al esfuerzo de los británicos por producir una escuadra de ataque que les permitiera llegar a un enemigo que se negaba a salir a combatir y que, al mismo tiempo, proveyera reconocimiento estratégico para poder enfrentar la dificultad en las comunicaciones, uno de los principales problemas de la época. La primera nave que permitió tanto despegue como aterrizaje de aviones fue el HMS Furious, que nació como un enorme barco de combate de 240 metros de largo y que luego fue adaptado para permitir tanto despegue como aterrizaje. Posteriormente, en 1918, los ingleses comprarían el acorazado chileno Almirante Cochrane, antes de que fuera terminado, para transformarlo en el portaaviones HMS Eagle.
Combate bajo el agua
El submarino había llegado a una cierta madurez técnica un poco antes de la Gran Guerra. Ya había diseños en Estados Unidos, Rusia y Alemania.
Sin embargo, el conflicto armado produjo un cambio importante en su uso. “La Gran Guerra consolida la madurez técnica y provee un sentido táctico al submarino. De nada sirve tener un aparato muy sofisticado si no sabes para qué usarlo”, sostiene Wilson.
Cambio de estrategia
El uso masivo de trincheras, sumado al nacimiento del nacionalismo como ideología vinculada a la guerra, provocó que, por un lado, la rendición fuera inaceptable para ambos bandos y que, por el otro, ningún ejército tuviera la capacidad de acabar con el enemigo. De ahí nacen dos consecuencias político-estratégicas importantes: dos visiones opuestas de la guerra y de cómo obtener la victoria.
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