Respuestas
Respuesta:
—¿No querrás decirme que esa historia de la
botella va en serio?—exclamó el contramaestre.
—Pongámonos bajo el farol—dijo Keawe—.
¿Tengo aspecto de estar bromeando?
—Debe de ser cierto—dijo el contramaestre—,
porque estás tan serio como si vinieras de un
entierro.
—Escúchame, entonces—dijo Keawe—; aquí
tienes dos céntimos; entra en la casa y ofrécese-
los a mi mujer por la botella, y (si no estoy
equivocado) te la entregará inmediatamente.
Tráemela aquí y yo te la volveré a comprar por
un céntimo; porque tal es la ley con esa botella:
es preciso venderla por una suma inferior a la
de la compra. Pero en cualquier caso no le di-
gas una palabra de que soy yo quien te envía.
—Compañero, ¿no te estarás burlando de
mí?—quiso saber el contramaestre.
Respuesta:
no lo se
Explicación:
xd