Respuestas
Respuesta: En la actualidad el desarrollo humano se entiende como un proceso de expansión de las libertades de las personas para llevar una vida prolongada, saludable y creativa; conseguir las metas que consideran valiosas y participar activamente en darle forma al desarrollo de manera equitativa y sostenible en un Planeta compartido. Desde este enfoque –por tanto–, las personas son a la vez beneficiarias y agentes motivadores del desarrollo humano, como individuos y colectivamente. El debate sobre el desarrollo humano tiene importantes implicaciones para el bienestar de las personas, en la medida en que distintas concepciones del desarrollo entrañan distintas estrategias de progreso. Por eso, el PNUD, a través de sus Informes sobre Desarrollo Humano y sus correspondientes Índices de Desarrollo Humano (IDH), se esfuerza desde 1990 por operacionalizar el concepto de desarrollo humano, con una clara vocación por influir en el diseño de políticas (nacionales e internacionales) de progreso que mejoren la calidad de vida de las personas. En última instancia el objetivo es cambiar el foco del desarrollo, desde la estrategia económica dominante (centrada en la expansión del ingreso) a otra estrategia multidimensional (centrada en las expansión de las capacidades humanas).
Si el desarrollo humano es un proceso de progreso forjado por las personas, y que
beneficia a las personas, las políticas de desarrollo humano (nacionales e
internacionales) deben diseñarse de manera participa (empoderando a las personas), y
sus beneficios deben distribuirse de manera equitativa (sin distinción de nacionalidad,
sexo, etnia, edad, religión, o condición física o mental), abordando con justicia los
potenciales conflictos que surgen en una comunidad (la humana) en constante
crecimiento, pero que habita en una Planeta finito y compartido.