Respuestas
Respuesta:
El movimiento de aire en la atmósfera provoca el viento, un factor que provoca la rápida deshidratación de las plantas además de resecar el suelo y afectar las partes de los ejemplares. Tallos, hojas y ramas pueden verse afectados por ráfagas que atentan contra su plenitud y entereza, sobre todo en zonas proclives a los huracanes o bien en lugar cercanos al mar donde además se trata de un viento que viene acompañado con sal.
Para resistir el viento estas plantas se han adaptado a lo largo del tiempo y de las generaciones y así es como cuentan con tejidos más fuertes tanto en sus ramas como en los troncos. Esta es una de las variantes aunque también hay plantas a las que les ha sucedido lo contrario: sus ramas o tallos se han vuelto más flexibles para así acompañar los vaivenes del viento sin quebrarse.
Rol del viento:
Positivo: acción como vehículo en el transporte de polen y la diseminación de semillas, pero además tiene un papel importante en los tejidos de los troncos y ramas, cuando hay viento suave, las plantas se mueven y los tejidos se rompen, creando una respuesta de tejidos más fuertes, con el consiguiente plantas cada vez más fuertes y firmes.
Negativo: fuertes vientos pueden aumentar el efecto de la limitación hídrica, el efecto mecánico puede llegar provocar la abscisión de hojas y de frutos.
En otros casos, las plantas han detenido su altura o bien adquirido formas más redondeadas para no sufrir los estragos de las ráfagas que atentan contra su integridad. Estas alternativas colaboran además a la hora de evitar la deshidratación.
Explicación:
Espero te sirva u.u