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INTERÉS POR EL ESTUDIO EN LOS ADOLESCENTES
En la Psicología de la educación, la motivación y la inteligencia juegan un papel
fundamental en el rendimiento escolar de los adolescentes.
Desde el punto de vista pedagógico, la motivación consiste en proporcionar a los
alumnos un conjunto de motivos, incentivos o propósitos que produzcan el deseo de
aprender o la mejora de la conducta. Toda conducta y todo aprendizaje deben
obedecer a algún tipo de motivación, ya que todos los aspectos voluntarios de la vida
humana se realizan bajo la influencia de los motivos.
En el terreno educativo, se ha de tener en cuenta la motivación del docente (la relación
entre el trabajo que se programa y los objetivos de la educación) y la del alumno, que
durante la adolescencia experimenta una serie de cambios en la jerarquía de sus
motivaciones por el estudio.
1. METAS QUE PUEDEN DETERMINAR LA ACTIVIDAD ESCOLAR
Las metas que pueden determinar el modo de afrontar las actividades escolares por
parte de los adolescentes pueden agruparse en cinco categorías:
-Metas relacionadas con la tarea: se produce cuando un alumno experimenta que ha
aprendido algo nuevo o que va mejorando ciertas destrezas, al igual que cuando
comprueba que ciertos estudios le atraen por cuanto de útil o novedoso presentan
sobre algún aspecto de la realidad (porque disfruta con ellos, porque le ayudan a
superar su aburrimiento, etc).
En ambos casos, el adolescente experimenta una respuesta emocional gratificante
ligada a la consecución de ese aprendizaje, lo cual le animará a proseguir en el mismo.
-Metas relacionadas con la libertad de elección: tienen lugar cuando el adolescente
siente que está haciendo la tarea (“mi tarea”) que desea hacer porque él mismo lo ha
elegido (no porque los padres o el profesor lo quiere). Esta experiencia es gratificante
para el joven, por lo que se implicará en dicha actividad.
-Metas relacionadas con el “yo”: Cuando el alumno ha realizado sus tareas
satisfactoriamente, buscará por una parte el experimentar que es mejor que los otros
(es el deseo de probar el orgullo que sigue al éxito), y por otra, no experimentar que
uno es peor que los otros (deseo de evitar la vergüenza que acompaña al fracaso).
Ambas experiencias son independientes y pueden presentar notables repercusiones
en el rendimiento académico de muchos adolescentes.
-Metas relacionadas con la valoración social: A pesar de que no están estrictamente
relacionadas con el rendimiento académico, tienen mucho que ver con la experiencia
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emocional del adolescente ante la respuesta social que se produce ante los éxitos o
los fracasos.
En este sentido, podemos diferenciar dos metas: una, la experiencia de aprobación de
los padres, profesores o adultos y otra, la experiencia de aprobación de los propios
compañeros. Cuando el alumno consigue estas experiencias de valoración social,
suele ir acompañado de una importante inyección de motivación por conseguir los
objetivos académicos, si bien cuando el deseo de ser valorado socialmente es la única
fuente de motivación, puede adquirir un valor instrumental.
-Metas relacionadas con la consecución de recompensas externas (dinero, salidas,
recompensas materiales, etc.): Este tipo de metas, a pesar de que son menos
comunes como factor de motivación entre los adolescentes al llegar a la Educación
Secundaria, para otros, siguen constituyendo el motivo del esfuerzo por el estudio.
Todas las metas que acabamos de exponer no son excluyentes, es decir, podemos
encontrarnos casos de adolescentes que al afrontar una misma tarea escolar, persigan
más de una de ellas o que un alumno, ante la confluencia de varias, tenga que elegir.
2. METAS QUE PERSIGUEN ESPECÍFICAMENTE LOS ADOLESCENTES, EN
RELACIÓN CON EL ESTUDIO
La motivación y las actitudes hacia el estudio de los alumnos son muy difíciles de
modificar cuando llegan a su adolescencia (es preferible actuar antes), si bien no es
imposible ya que los profundos cambios que se dan ahora tanto en su pensamiento
como en su personalidad pueden ayudarles a adquirir nuevas perspectivas en el modo
de ver y considerar las cosas referentes a sus estudios.
Durante la adolescencia se producen una serie de cambios evolutivos en las
características de su motivación, que repercuten significativamente en la manera de
afrontar sus tareas escolares. Así, la idea de fracasar en sus estudios, viene asociada
a sentimientos negativos, como son el remordimiento, la pena, la indiferencia, la
frustración, el deseo de desaparecer, el sentimiento de rebeldía o el de injusticia.