el politeismo paso a segundo termino y se impuso el minoteismo con dos grandes doctrinas ¿cuales fueron?
Respuestas
Respuesta:
Si en el politeísmo griego los hombres se glorificaban a sí mismos y a sus pulsiones, el monoteísmo judeo-cristiano representa la enajenación del hombre consigo mismo y con sus instintos naturales. Dionysos se transforma en una metáfora de la existencia en la cual el dolor no representa ningún argumento en contra de la afirmación de la vida; el dios único de la tradición occidental, por otro lado, tiene que ser aniquilado en la conciencia porque se ha transformado en el principal obstáculo para la autorrealización del hombre. No es la religión en general la que siempre se muestra como una autointerpretación del ser humano que se transforma en el centro de la crítica de Nietzsche, sino una interpretación moral del mundo sinónimo del cristianismo que se mostró incompatible con las pulsiones eróticas del hombre.
Explicación:
Respuesta:
Sus dos grandes doctrinas fueron el judaismo e islamismo y prontamente el cristianismo
Explicación:
Para las doctrinas religiosas monoteístas, Dios es el ser supremo y todopoderoso, creador del universo, principio, causa y fin último de todo. En este sentido, el mundo, tal como lo conocemos, es inconcebible sin Dios.
El judaísmo es la más antigua de las religiones monoteístas actuales. Los judíos solo admiten la existencia de un Dios, soberano absoluto de la Tierra, todopoderoso, creador del universo, que eligió, de entre todos los pueblos, al pueblo hebreo.
El islamismo cree solamente en un Dios. En este sentido, es una religión en la que todos los actos de adoración (rezo, oración, peregrinación, etc.) son rigurosamente dirigidos a Dios. Es más, los musulmanes solo pueden suplicarle a Alá, al punto de que está prohibido pedirle a intermediarios como profetas o ángeles.
El cristianismo se autodenomina monoteísta, pues cree solamente en un Dios, ser supremo, padre y creador del universo. En la Biblia, Pablo de Tarso lo explica así: “Mas para nosotros solo hay un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros en Él; y un Señor, Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por Él” (1 Corintios, 8: 6). Existen, sin embargo, quienes cuestionan la naturaleza del cristianismo debido al concepto de la Santísima Trinidad, conformada por las tres personas divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.