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El movimiento migratorio adquirió en el siglo XIX y hasta 1930 unas dimensiones nuevas, sin precedentes hasta ese momento. Durante dicho siglo aparecieron en América naciones independientes que, de hecho, consolidaban las nuevas Europas que se habían ido constituyendo en ese continente a partir del siglo XVI. Al mismo tiempo también en Oceanía se configuraban nuevas Europas (Australia y Nueva Zelanda), que intentaban asimismo crearse en otros continentes a través de la colonización europea (como en Argelia y en África del Sur). Entre 1800 y 1930 el número de europeos que abandonaron este continente como emigrantes ascendió a unos 40 millones de personas[1].
Se trata de una emigración que, en general, estaba bastante controlada, sobre todo en lo que se refiere a los movimientos ultramarinos desde Europa a América o a Oceanía. La misma dificultad de las comunicaciones, y el hecho de que el transporte se realizara en barcos que salían y llegaban a puertos concretos facilitaban ese control. Además, para la salida y la entrada al país de destino se exigían con mucha frecuencia certificados de buena conducta, que debían mostrarse tanto al embarcar como al llegar al país. Los controles eran normales y aceptados tanto en los puertos de partida, como en los puertos de llegada.
Es una situación que se daba ya desde el siglo XVI en la migración que partía de España hacia las Indias y en las que se realizaron luego entre Inglaterra, Francia y otros países europeos hacia América. Las listas de pasajeros conservadas en el Archivo de Indias de Sevilla permiten conocer una parte esencial de los pobladores que colonizaron los distintos virreinatos americanos durante los tres siglos de la edad moderna, y que partieron esencialmente de Sevilla, hasta el siglo XVIII, y de Cádiz hasta 1776, cuando un decreto amplió a otros puertos españoles posibilidad de comerciar con América hispana[2]. De manera similar, se intentó controlar también, aunque no tan eficazmente por la multiplicidad de puertos de embarque, el movimiento hacia las otras áreas de poblamiento europeo en América.