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1.- Porque nos pertenece y es bueno conocer lo que nos es propio. Os creéis que eso sucedió hace demasiado tiempo pero según las edades geológicas, que cuentan por millones de años, eso sucedió ayer y es nuestro pasado más inmediato del que debemos aprender cosas porque todavía somos un poco esos trogloditas.
2.- Porque también nosotros conservamos, sin saberlo, muchas cosas que desarrollamos o a las que nos acostumbramos en ese tiempo, sobre todo emociones. Un ejemplo: el miedo. El miedo es una reacción muy lógica y útil para escapar de los peligros y nos provoca reacciones como que se ericen nuestros pelos y, sobre todo, que tengamos una gran descarga de adrenalina que nos pone nerviosos; eso proviene de nuestros antepasados, que eran más primarios porque vivían en un mundo más primario y necesitaban esa fuerza extra de la hormona para escapar físicamente de los peligros. Hoy podemos sentirla incluso cuando no hace falta, sentados en el salón de nuestra casa, por ejemplo, viendo una peli de miedo aunque sabemos que nada malo nos va a ocurrir.
3.- Porque nos puede ayudar a entender por qué debemos ser más respetuosos con nuestro medio ambiente, comenzando por nuestro entorno más próximo ¿Cómo nos ayuda? Veréis al ser humano como un grupo desprotegido que aprendió a establecer una relación bastante justa con la naturaleza de la que extraía lo que necesitaba (abrigo, alimento, protección) sin abusar demasiado, no porque fueran ecologistas sino porque se conformaban con lo básico. Debéis preguntaros si hoy debemos hacer un esfuerzo para seguir disfrutando de nuestros ordenadores, coches y otros servicios sin perjudicar demasiado a la Tierra, que es el hogar de todos.
4.- Porque aprenderéis que el origen de nuestro modo de vida actual está en el primer desarrollo de la comunicación o lenguaje (yo opino que eso eran las pinturas de las cuevas y abrigos, mucho antes de una expresión escrita abstracta) y de la ciencia o, mejor dicho, de la técnica, que se basa en ella. Cuando vuestros profesores os dicen que vuestro futuro está en el conocimiento y en aprender a expresaros bien, hacedles caso, que está demostrado que es así.
5.- Porque comprenderéis el valor del trabajo y, sobre todo, del trabajo en común. Hoy podemos darnos el lujo de decir que somos unos solitarios cuando no es verdad: no te vistes ni comes ni calzas ni ves la tele sin que intervengan los demás. Entonces estaba más claro, el que se quedaba solo no sobrevivía: se aprendió a convivir con unas normas básicas, que a unos les gustarían más y a otros menos, para protegerse unos a otros. Hay que ser sociables, es mucho mejor para ti y para todos.