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Cita perdida, un joven despierta en muy mal estado luego de la fiesta de la noche anterior y debe acudir a una entrevista de trabajo, las circunstancias complican la situación y es cuando sucede quedamos más importancia a
hechos irrelevantes por sobre los importantes.La tienda esta a media cuadra; ¿Qué pasa, cuerpos de salvamento, ambulancia, parece que están frente a la tienda de doña Chave. Apuro el paso, estoy empapado. Me quedan cinco minutos para hacer la llamada. Al llegar frente a la tienda: ¿Qué le pasará a Juanita? Por la ventana la veo en el interior llorar desconsoladamente. Un paramédico, sale de la tienda. Y le pregunto. - Disculpe que sucede... Se detiene por un instante y responde: se cayó el palo de mango sobre el cuarto de la señora y la mató.Subo los dos escalones y entro a la tienda chorreando agua, me acerco por la espalda a Juanita y le cuchicheo que si me podía dar fiada una tarjeta de teléfono. La chica se volteó sorprendida, parecía no haberme escuchado estaba lejana, me abraza y no para de articular: se murió la doña, se murió doña Chave, me ha dejado sola…El reloj en la pared marcaba las nueve pasadas, se había perdido una vida y yo me preocupaba por haber perdido uso una cita…¿Imaginas el despertar en estás condiciones? ¿Ya te ha sucedido? La irresponsabilidad es algo que a todos nos afecta al menos una vez en la vida y cuando esto sucede conocemos la angustia de nuestros equivocados actos.
hechos irrelevantes por sobre los importantes.La tienda esta a media cuadra; ¿Qué pasa, cuerpos de salvamento, ambulancia, parece que están frente a la tienda de doña Chave. Apuro el paso, estoy empapado. Me quedan cinco minutos para hacer la llamada. Al llegar frente a la tienda: ¿Qué le pasará a Juanita? Por la ventana la veo en el interior llorar desconsoladamente. Un paramédico, sale de la tienda. Y le pregunto. - Disculpe que sucede... Se detiene por un instante y responde: se cayó el palo de mango sobre el cuarto de la señora y la mató.Subo los dos escalones y entro a la tienda chorreando agua, me acerco por la espalda a Juanita y le cuchicheo que si me podía dar fiada una tarjeta de teléfono. La chica se volteó sorprendida, parecía no haberme escuchado estaba lejana, me abraza y no para de articular: se murió la doña, se murió doña Chave, me ha dejado sola…El reloj en la pared marcaba las nueve pasadas, se había perdido una vida y yo me preocupaba por haber perdido uso una cita…¿Imaginas el despertar en estás condiciones? ¿Ya te ha sucedido? La irresponsabilidad es algo que a todos nos afecta al menos una vez en la vida y cuando esto sucede conocemos la angustia de nuestros equivocados actos.
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