Respuestas
Respuesta:Las formas arquitectónicas en la Alemania del siglo XVI presentan fuertes perspectivas del universo gótico, a pesar de la renovación renacentista. Lo más difícil de cambiar fue la concepción del espacio, sobre todo, en la arquitectura religiosa, algo que se aprecia en la Iglesia de San Miguel, en Munich. Mientras que, la arquitectura civil fue más rápida porque los condicionantes en la función del espacio fueron menos rígidos. Dentro de la arquitectura civil, nos encontramos con los palacios y castillos residenciales de la nobleza.
Las causas de esta situación son, en primer lugar, la fuerza de la tradición local, arraigada en lo gótico. En segundo lugar, la circunstancia de que la recepción del conjunto de la propuesta arquitectónica fuera fragmentada y separada cronológicamente.
En la segunda mitad del siglo XVI, se aceptaron algunas formas importadas de Italia como la decoración de grutescos, con tendencia al horror vacui. Incluso aparecen teorías sobre el significado simbólico de este tipo de decoración, algo que refleja el alto nivel de integración que adquirieron. Se cambió la forma de las puertas, ventanas y otras estructuras, adaptándose los sistemas de lenguaje “clásico” en su versión renacentista. Estructuralmente, los edificios continúan dentro de los márgenes gótico local.
Durante la segunda mitad del siglo XVI, se dio la asimilación de la arquitectura renacentista. Se define como una evolución desde dentro, incorporándose los aspectos estructurales y de diseño del espacio, respetando las particularidades autonómicas. Las regiones del norte tenían la influencia de ideas, modelos y artistas de los Países Bajos, mientras que, en la zona del sur, la influencia llegaba desde Italia.
La arquitectura renacentista, al igual que en los demás lugares, tiene su importancia en el Sacro Imperio Romano Germánico por el auge de la burguesía y su utilización del arte en su beneficio, algo que se verá perfectamente en las ciudades más prósperas. Sin embargo, las construcciones renacentistas que vengan de la mano de la burguesía, tendrán en el siglo XVII un auge importante de la mano principalmente de Elias Holl.
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