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La muerte, no LA muerte, sino las pequeñas muertes que tenemos en cualquier momento y cualquier día, son indispensables para lograr una vida plena y alcanzar nuestras metas.
No es que la otra muerte no sea importante, pero su inevitabilidad hace fútil cualquier discusión sobre ella.
Vivir en un universo dual, como el nuestro, compuesto de energías duales, es decir, que tienen dos polaridades, significa que todo tiene un comienzo y un final. Hay formas de alargar los finales, tratar de engañarlos, o engañarnos a nosotros mismos para no verlos, pero al final, la muerte llega, tal como comenzó, sin aspavientos, solo sucede.
Recuerdo un capítulo de la serie televisiva The Twilight Zone, en el que un miembro de una familia murió, pero no se dio cuenta, ni lo aceptó, seguía caminando por ahí, durmiendo en su cuarto, comiendo con su familia. Ellos entre aterrorizados y preocupados, le trataban de explicar que ya había muerto, que tenía que seguir su camino. Él no atendía razones. Y así se descomponía cada día y nadie podía estar con él, no solo por la fetidez, sino por la pavorosa escena que presentaba. No fue hasta que un día, mientras comía su sopa, su nariz cayó en el caldo y entonces, de pronto, sintió la realidad aplastándolo y entendió que tenía que continuar su camino.
Nosotros no podemos permitir que nuestros procesos personales, sociales, familiares o de cualquier otro tipo, tengan vida artificial. No tenemos por qué mantenerlos con respirador. Cada vez que un proceso concluye, se abren oportunidades para buscar nuevos procesos que nos ayuden en nuestro crecimiento personal. Negarnos a cerrar ciclos, solo detiene nuestro desarrollo, porque no hacemos espacio para que las nuevas energías nos ocupen.
No nos apeguemos a nada, ni a las cosas, ni a las relaciones, ni a las sensaciones. Disfrutemos cada momento al máximo, pero no nos quedemos tratando de revivir ese disfrute, esa sensación, ese escalofrío maravilloso, una vez que ya terminó, porque por más que lo tratemos, no volverá a nosotros, está en el pasado y nosotros tenemos que movernos hacia el futuro.
Negarnos a aceptar el término de los ciclos que vivimos, solo nos obliga a cargar peso, literalmente muerto, hacia adelante, haciéndonos más complejo caminar, obligándonos a esforzarnos innecesariamente y lo peor de todo, distrayéndonos de ver el horizonte y atisbar lo que viene.
Por eso, cuando cargamos el pasado a nuestras espaldas, los golpes siguen dándonos en la cara; nos preguntamos por qué, pero ya sabemos la respuesta: no los vimos venir por estar discutiendo con pasados inexistentes.
Todo tiene su propio tiempo. Permitamos que nuestras vidas fluyan en los ciclos que corresponden.
Desarrollo Personal
espero te sirva
Explicación:
Que no va a ser ygual como antes y mejor es estrar vivos efe en el chat XD
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