Indaga sobre bienes materiales del ecuador que hayan estado bajo el proceso de restauración y escribe una lista de dichos bienes
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VALORE Indignado 1 Triste 1 Indiferente 0 Sorprendido 2 Contento 1 LEA TAMBIÉN Deteriorados, con sus torsos lastimados, sus mantos repintados o descoloridos lucían 10 imágenes de la iglesia de Todos Santos, en el Centro Histórico de la capital azuaya. Estos bienes fueron restaurados por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Las imágenes intervenidas son el Corazón de María, San Juan, La Dolorosa, el Señor del Huerto, San José, Virgen de la Caridad, San Marcos, dos ángeles y el Corazón de Jesús. Según la coordinadora del Área Material de este instituto en Cuenca, Catalina Tello, el objetivo es preservar en buenas condiciones esos bienes. El año pasado se inició esta tarea, que se efectuó de acuerdo con un diagnóstico de las piezas. Allí, se estableció un presupuesto de USD 6 500 para las obras. La rectora de la congregación de las Madres Oblatas, Elizabeth Ochoa, señala que no se puede determinar con exactitud cuántos años tienen esas 10 piezas, pero se presume que fueron elaboradas desde 1901. Estas imágenes también estaban deterioradas por efectos de la polilla. Un equipo, integrado por seis personas entre conservadores, químicos y restauradores, realizó un trabajo minucioso. Ellos utilizaron jeringuillas, químicos especiales para lograr que la polilla salga de las imágenes, señala Tello. También, se encargaron de que las facciones de cada santo se mantengan. Entre los principales problemas que encontraron fueron que las imágenes estaban con varias capas de pintura. Ese fue el caso del Corazón de María por lo que no se apreciaban los detalles del manto dorado. Con su recuperación ahora son visibles. El manto rojo del Corazón de Jesús también tenía varias capas de pintura que no permitían que se aprecie el decorado en el filo del vestido. Según el restaurador, Álvaro Coello, quien estuvo al frente de esta intervención, con este trabajo de restauración se revalorizó la herencia patrimonial artística de la capital azuaya. Coello señala que la intervención se realizó sin falsear la pieza original, sin añadir partes. Su trabajo tuvo el propósito de salvaguardar la integridad del bien. Para ello, se emplearon materiales constitutivos y procesos técnicos. Entre las piezas especiales está el Corazón de Jesús, que se encuentra en la torre de la iglesia de Todos Santos, que data de 1892. Esa imagen se observa desde la calle. Es una escultura que tiene en su pecho un corazón con espinas y una cruz. Esta es la única imagen de las 10 conservadas que se encuentran exhibidas. Las otras están guardadas en una bodega provisional porque la iglesia se halla en restauración. Según la religiosa Ochoa, desean tener un museo dentro del convento para exhibir las imágenes que poseen. Ella asegura que la comunidad tiene una reserva importante, que en la actualidad se encuentra en diferentes lugares porque no tienen dónde guardarla ni poseen alarmas u otros sistemas de seguridad. Otro problema es el deterioro del convento porque el techo está a punto de caerse por las continuas precipitaciones que se registran en la capital azuaya. Además -agrega- existen decenas de imágenes que necesitan un proceso de conservación y restauración, por ello dice estar preocupada de que se pierdan por falta de cuidado y recursos. Ochoa cuenta que la imagen emblemática de la iglesia de Todos Santos es el Señor de la Columna y los fieles le conocen como el ‘Churudito’, que es venerado todo el año. Esta pieza no ha sido restaurada; su estado es aceptable, pero a futuro se debe concretar su mantenimiento. Según Ochoa, es la primera vez que las imágenes de la Comunidad de las Oblatas fueron intervenidas. “En décadas anteriores las intervenciones se realizaron sin ningún proceso técnico”.
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