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COVID-19 en Venezuela: lo peor aún está por venir
Por Deutsche Welle (DW) | 22.05.2020
Migrantes venezolanos de regreso a su país por la pandemía son examinados y atendidos en puestos de salud en las carreteras de Colombia.
El número oficial de contagios por COVID -19 en Venezuela alcanzó un nuevo récord desde el decreto de cuarentena. Nicolás Maduro acusa al presidente colombiano de querer contaminar de coronavirus al país bolivariano.
Explicación:
El más reciente informe lo dio a conocer Nicolás Maduro la tarde del 20 de mayo: 3 casos de "transmisión comunitaria", 5 casos por contacto con viajeros y 67 casos de venezolanos que han regresado de Colombia y Brasil. Lo que eleva el total de contagios a 824. Con respecto a los venezolanos procedentes de Colombia, Maduro responsabiliza al presidente de Colombia, Iván Duque: "Esa es la orden que ha dado Iván Duque en una reunión infausta, dando órdenes para que se logre contaminar de coronavirus a Venezuela".
Respuesta:TU DOSIS DE PERIODISMO DE CALIDAD
Desde Venezuela: una pandemia en medio de la crisis
Por Armando Altuve
28 MARZO, 2020
Un periodista en Caracas analiza el estado en el que el virus que causa COVID-19 ha encontrado a su país: con la reaparición de enfermedades como la difteria y el sarampión, un sistema de salud colapsado y una economía en la que una mascarilla cuesta más que el salario mínimo.
El coronavirus llegó a Venezuela en medio de una emergencia humanitaria compleja que ha colapsado el sistema de salud del país. Miguel Gutiérrez/EFE
Han transcurrido diez días desde que el presidente Nicolás Maduro, quien gobierna bajo el desconocimiento de 61 países del mundo, ordenó a la población venezolana a cumplir una cuarentena social tras confirmarse que el virus que causa la gripe y neumonía COVID-19 comenzó a circular en el país. Cuando se supo del primer caso en Brasil y luego en Colombia, países fronterizos con Venezuela, se sabía el riesgo latente que corría la nación de volver a enfrentar otra epidemia.
La preocupación se incrementó al tener en cuenta la crisis sanitaria que ya atraviesa Venezuela: desde un déficit de camas y fallas de infraestructura en sus hospitales públicos, un acceso poco eficiente e irregular a insumos médicos y medicinas hasta el reducido número de médicos y enfermeras que han dejado de trabajar por los bajos salarios que ofrece una economía marcada por la hiperinflación y la recesión.
Es más: Venezuela enfrenta una nueva pandemia mientras que otras enfermedades, eliminadas en el pasado, se vuelven a propagar en el territorio, como la malaria, la difteria y el sarampión. Las dos últimas infecciones volvieron porque el Estado no pudo mantener en óptimas condiciones las coberturas de vacunación en más del 95% de todo el país, como lo ha denunciado ampliamente la Sociedad Venezolana de Salud Pública y como quedó asentado en un informe que se presentó en 2018 ante el Consejo Directivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La incidencia de estas enfermedades, y otras de notificación obligatoria, aumentan en medio de lo que se ha bautizado como "silencio epidemiológico", que hace referencia al ocultamiento, ya desde hace dos años, del Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud, que ha impedido, entre otras cosas, que el personal de salud tome decisiones para prevenir que la población enferme.
Descrito así el panorama de la salud pública en Venezuela, que despertó la preocupación incluso de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, el clamor compartido por los venezolanos se resume en la siguiente afirmación: se asume que el problema no es enfermar, sino conseguir atención adecuada en la red de salud pública.
Explicación:eso seria mi OPINIÓN