Respuestas
El tema responde a lo estipulado en el contrato que realizaron el párroco y el
pintor. La intención era conmemorar la figura de Don Gonzalo Ruiz, conde de
Orgaz, muerto en 1323 y enterrado en una capilla de la iglesia que hizo
reconstruir a sus expensas.
Según la leyenda, y como premio a sus numerosas obras de caridad, el conde,
al morir, había sido enterrado por los propios San Esteban y San Agustín que
habían aparecido milagrosamente en medio de la misa para asombro de los
testigos que presencian el prodigio. Entre ellos, según análisis tradicionales, se
encuentra una extensa colección de retratos de personalidades toledanas del
momento, vistiendo a la moda de la época. El niño que, con un hachón
encendido en la mano derecha, nos señala el milagro con la contraria,
haciéndonos partícipes de él, es el hijo del Greco, Jorge Teothocopulos, que
volverá a aparecer en otras representaciones más tardías (Plano y Vista de
Toledo).
En la parte superior, y recogiendo ciertos modelos iconográficos típicos de
Oriente, un ángel asciende con el alma del Conde para llevarla al Cielo,
representado por Cristo al que flanquean la Virgen y San Juan Bautista (como
intercesor), el Colegio Apostólico y miríadas de santos, ángeles y el propio
Felipe II entre ellos.
ESPERO QUE SIRVA :)