las cuatro fases de la revolución.
Menciona las conquistas políticas y sociales logradas en cada una
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Respuesta:
La revuelta popular y la Asamblea Nacional (1789-1791)
Los representantes del Tercer Estado, con la burguesía al frente, exigieron la sustitución del sistema tradicional de voto (un voto por estamento) por el del voto individual y, ante el rechazo de sus peticiones y la postura vacilante de la monarquía, constituyeron la Asamblea Nacional, proclamándola verdadera depositaria de la soberanía nacional e invitando a los representantes de los demás estamentos a unirse a ella. Los miembros de la Asamblea Nacional, reunidos en la sala del Juego de Pelota, juraron el 20 de junio de 1789 no separarse hasta dar a Francia una constitución.
La toma de la Bastilla (14 de julio de 1789)
Temiendo que el rey hiciera disolver la Asamblea mediante la fuerza, las capas populares asaltaron el 14 de julio la Bastilla, fortaleza que servía de prisión y que era un símbolo de la monarquía absolutista. La Revolución Francesa había comenzado, y pronto se propagó a otras ciudades y también a las zonas rurales, en las que se desató la revuelta antiseñorial conocida como «el Gran Miedo». El 4 de agosto de 1789 la Asamblea Nacional, convertida ya en Asamblea Nacional Constituyente, decretó la abolición de todos los derechos y privilegios feudales, y el 26 de agosto se publicaba la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, basada en los principios de "libertad, igualdad y fraternidad". Dominada por los sectores más moderados de la burguesía, la Asamblea desarrolló una extensa obra legislativa que culminó con la aprobación de la Constitución de 1791, que estableció la soberanía popular y la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
Arresto de la familia real en Varennes (21 de junio de 1791)
El proceso constituyente no estuvo exento de dificultades, particularmente en su fase final. Mientras fingía aceptar las reformas, Luis XVI negociaba en secreto una intervención de las monarquías absolutistas extranjeras para acabar con la revolución, y en junio de 1791 protagonizó un fallido intento de fuga que desató un fuerte sentimiento antimonárquico. En julio la Guardia Nacional, fuerza que había sido creada por los revolucionarios, hubo de reprimir violentamente una manifestación republicana en el Campo de Marte. En agosto, los reyes de Austria y Prusia lanzaron veladas amenazas de intervención. Con todo, la revolución seguía adelante: tras la convocatoria y celebración de elecciones, la Asamblea Legislativa inició sus sesiones el 1 de octubre de 1791.
La monarquía constitucional: La Asamblea Legislativa (1791-1792)
Sometida a fuertes presiones, la recién implantada monarquía constitucional tendría escaso recorrido: no llegó siguiera a cumplir el año. Aunque la Asamblea Legislativa promulgó medidas progresistas, fue incapaz de satisfacer el descontento de las clases populares ante la carestía de los productos básicos como consecuencia del agravamiento de la crisis económica. En el exterior, ante el peligro que significaba la irradiación de las ideas revolucionarias por el resto de Europa, se organizó una alianza de fuerzas absolutistas (Austria y Prusia) que entró en guerra con Francia el 20 de abril de 1792. Las sucesivas derrotas de los ejércitos franceses radicalizaron la situación; la izquierda jacobina, grupo republicano minoritario pero influyente de la Asamblea Legislativa, exigía la elección por sufragio universal de una Convención Nacional y la instauración de una República.