Cuales fueron algunos de los obstáculos para el crecimiento y rentabilidad de la actividad minera
Respuestas
Respuesta:
Espero te sirva ;D
Explicación:
El parteaguas de la historia minera mexicana en el siglo xix se sitúa en el fin del dominio y soberanía del Imperio Español sobre la Nueva España y el inicio de una nación que creó nuevas bases legales y reglamentarias para el funcionamiento de la minería y reacomodó a los actores involucrados.
La economía del imperio español estuvo fundamentada en la riqueza mineral, que explotó en sus dominios americanos, y en la colocación de éstos en los mercados mundiales. Al romper México con España, muchas de las reglas e instituciones de la época virreinal fueron heredadas por los nuevos gobiernos republicanos. La corona española había trasladado a la Nueva España la normatividad vigente en la minería de la península. Tal fue el caso de las ordenanzas mineras que culminaron con las promulgadas en México en 1783 que se aplicaron al resto del Imperio y las políticas de fomento minero del período borbónico. Los cambios más notorios en la postindpendencia fueron los que descentralizaron la administración de la actividad minera que dio a los recién formados estados de la Federación la facultad de legislar en la materia, la llegada de capital extranjero a rehabilitar las minas y la creación de casas de moneda locales. Durante la guerra de independencia se tomaron medidas de emergencia que autorizaron gravámenes extraordinarios a la minería por parte de ambos bandos contendientes, cambios en la infraestructura administrativa y recaudatoria, improvisando fábricas de amonedación locales y otras medidas para contrarrestar el desabasto de insumos, en un territorio en el que se habían desarticulado las redes de comunicación y transporte que vinculaban a las distintas regiones de la Nueva España con el exterior.
Al término de la guerra, algunas de estas disposiciones se suspendieron y se empezó a perfilar una nueva política minera. Los gobiernos independientes convencidos del éxito del programa de fomento minero que la Corona Española había aplicado en los últimos años del periodo virreinal, decidieron continuarlo e impulsarlo a través mecanismos similares. Creían, como sus antecesores imperiales, que el incremento en la producción minera tenía un efecto multiplicador sobre el resto de las actividades económicas ligadas a ella, por lo que era adecuado continuar aplicando rebajas en los impuestos y derechos mineros y asegurar el aprovisionamiento regular de azogue a precios bajos ante el desabasto creado por las distintas guerras europeas de fin del xvii y principios del xix. Crearon para estos fines juntas de fomento minero y en 1826 el Establecimiento de Minería, que reemplazó al Tribunal de Minería para administrar el Fondo Dotal y el Colegio de Minería. En 1842, se fundó la Junta de Fomento y Administrativa de Minería que sustituyó al Establecimiento con atribuciones mucho más amplias que éste. Al parecer, hasta fines de la década de 1830 los dueños de minas no habían presionado para tener un organismo que los apoyara ya que confiaron en el impulso dado por las inversiones extranjeras. En los cuarenta, la Junta recurrió al otorgamiento de premios al hallazgo de criaderos de azogue e de incentivos a su producción, a la vez que un fondo para adquirir y repartir mercurio a los mineros y a la vez apoyar en la reestructuración del antiguo Colegio de Minería.
Escribiendo tu respuesta espera...