Respuestas
Respuesta:
no tienes que hacer eso
Respuesta:
Pues
Explicación:
El problema es que hombres y mujeres somos esencialmente distintos, y pretender que seamos exactamente iguales es nada más que un engaño: los hombres y las mujeres somos ontológicamente distintos, y nuestras diferencias no están llamadas a enfrentarse, pero deben sí o sí educarse.
Lo que a las mujeres les sale naturalmente (colaborar en casa) a los hombres nos cuesta mucho más. Las mujeres son ontológicamente serviciales, nosotros somos ontológicamente competitivos. Cuando una mujer ve a otra hacer algo, le sale naturalmente ofrecer ayuda. Cuando un hombre ve a otro hacer algo, si participa en la actividad, inmediatamente se pone a competir para ver quién termina primero.
Eso lo saben instintivamente las madres de varones que en lugar de gritar «tienen que ordenar su habitación» les sugieren a sus niños: «el que junte más juguetes se gana un beso de mami».
Espero haberte ayudado.