por que los países del mundo se abstienen de realizar extracciones de minerales de la Antártida
Respuestas
Respuesta:
se abstienen porque la explotación minera de este país, traería mayores consecuencias de contaminación y la destrucción de la naturaleza
Explicación:
los países se abstienen, pero según reportes de noticieros como la canal CNN international, las mayores potencias de mundo aclaman por comprar una parte de este país, gracias a que la Antártida posee grandes minerales de un valor enorme llamados diamantes y variedades de minerales supremamente potentes en el mercado mundial.
Respuesta:espero que te sirva
Explicación:
Hemos hablado un poco de Ocean Curiosities, o de lo que nos empuja a investigar a los científicos de todo tipo los mares del planeta (en especial algunos avances en la Antártida). Sin embargo, por el momento no nos hemos metido con la otra parte, la de Commitment, la de compromiso, basada en la parte más polémica del uso que estamos haciendo de nuestros océanos. No me quiero mover, por el momento, del continente blanco, y quiero plantear aquí una pequeña reflexión de lo que creo puede ser el futuro del lugar más poco explorado, hostil y despoblado del planeta. Creo que puede servir para enfocar un problema mucho más amplio, que es la carrera hacia el abismo que nos empeñamos en correr explotando nuestros recursos finitos en un planeta finito.
En el año 2010 Toni Polo y yo publicamos una novela futurista sobre un problema poco conocido pero que intentaba recoger la codicia y desesperación humana por mantener un estatus conseguido a través de la erosión ambiental sistemática de nuestro entorno. La idea era ubicar en la remota Antártida a un grupo de mercenarios que prospectaban una veta de tántalo en las profundidades marinas. En El cementerio de icebergs, un grupo de científicos embarcados en el Polarstern (ese buque rompehielos del que hablo en mi primer mensaje) se encuentra en el fuego cruzado entre chinos (la potencia emergente) y un consorcio internacional minero dirigido desde Sudáfrica. Aunque posiblemente el tántalo no se encuentre en los fondos marinos del continente antártico por cuestiones orogénicas (o sí, es muy difícil decirlo) el problema de la minería en el continente blanco dista mucho de ser ciencia ficción, y la novela dejaba claro que tardaremos más o menos, pero acabaremos asaltando también este último bastión remoto y poco accesible del planeta por la necesidad de materia prima que tanto nos apremia.
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Buque de abastecimiento en la península Antártica.
Cuando te pones serio y te informas sobre el tema te das cuenta de que hay muy poca información fiable. Sin embargo, una idea te queda muy clara: nada impide, de facto, la explotación minera en ese lugar del planeta. En los años 70 se decía que en una década existiría la tecnología necesaria para prospectar y explotar determinados minerales y recursos petrolíferos o bolsas de gas en el extremo austral del planeta. Se hicieron una serie de estudios centrados sobre todo en vetas de hierro y minerales como el níquel, plata, oro, cobre o cobalto. También se hicieron unas primeras prospecciones en la plataforma continental de petróleo. Un par de décadas antes, en los 50, nadie daba credibilidad a una explotación a gran escala del petróleo en el mar del Norte, pero la necesidad empujó al autoabastecimiento de una parte de Europa y empezaron a crecer como hongos las concesiones sobre todo en Gran Bretaña y Noruega. Con la crisis de la OPEC a principios de la década de los 70, lo que parecía una inversión demasiado grande para extraer un elemento esencial para el funcionamiento del transporte, industria y energía urbana y agrícola hizo que una gran cantidad de ingenieros se devanasen los sesos para superar el problema y sacar la ingente cantidad de petróleo y gas que había