Cuales fueron los nuevos prato
nes de consumo y popularizaron en la tecnología de muchos mexicanos en el siglo xx??
Respuestas
Respuesta:
Examina las diversas interpretaciones de la Revolución Mexicana de 1910. Se centra en particular en el debate sobre las consecuencias económicas de la Revolución, uno de los aspectos menos tratados. En su conjunto, representa una crítica del enfoque positivista que prevalece en gran parte de la literatura de especialidad.
El 20 de noviembre de 1910 se inició una revuelta a nombre del "pueblo mexicano" contra el gobierno de México. Después de muchas batallas y varios gobiernos, el 20 de noviembre de 1920, se conmemoró la Revolución, por primera vez en forma oficial, y se proclamó el triunfo de La Revolución Mexicana, pero, conmemorar no era explicar. Pese al acuerdo nacional respecto al triunfo de la Revolución, pocos fueron los que convinieron en su significado.
A 60 años de distancia, aún se sigue discutiendo el significado de la Revolución. ¿Debe clasificarse como uno de los primeros grandes movimientos del siglo XX contra el capitalismo.
Las respuestas a estas preguntas dependen de las respuestas a ciertas interrogantes económicas.
La historia positivista no tiene respuestas para estas preguntas. Por ejemplo, durante los últimos 15 años, los historiadores de México han publicado algunas historias económicas bastante instructivas.4 Pero todavía bajo la influencia de Comte, casi todos los historiadores, conscientes o no, se han negado a pensar que sin "orden" puede haber "progreso", que sin paz puede haber producción. Han trabajado específicamente bajo la influencia de teorías económicas recientes, pasando por alto el tema de conflicto, ya sea evitando los episodios de violencia o refiriéndose a ellos generalmente, como política y batallas. Quienes han considerado la década revolucionaria casi siempre han supuesto que, desde el punto de vista económico, no debe haber habido más que destrucción, desorganización y desolación.5
En las historias de México profesionales y los artículos de las principales revistas históricas, sólo existen siete estudios de temas económicos fechados entre 1910 y 1920. Uno de ellos es una polémica poco convincente sobre los problemas financieros de los ferrocarriles más importantes durante la Revolución. Los demás que le hacen más justicia a sus temas, tratan sobre la emigración a los Estados Unidos, 1916-1920; l
Algunas otras monografías y artículos con enfoque económico cubren, al menos en parte, la década revolucionaria.7 Sin embargo, la mayoría presenta a la Revolución en sí, nada más como una tormenta que simplemente padecieron las empresas, los grupos y los individuos. Sólo cuatro autores le dan un tratamiento importante a los asuntos económicos. Frank Tannenbaum analiza los cambios de las instituciones sociorrurales y hace proyecciones en forma de tablas, de los cambios de la tenencia de la tierra entre 1910 y principios 1920, para indicar las principales diferencias regionales. También estudia las promesas económicas de la nueva Constitución de 1917, y advierte que no tuvo mucho efecto sino hasta después de 1920. Marvin Bernstein clasifica geográficamente las principales compañías mineras y hace una reseña minuciosa de sus diferentes altas y bajas durante los años de violencia. Lorenzo Meyer investiga la pujante expansión de las compañías petroleras norteamericanas e inglesas de las costa del Golfo durante la "época de oro" de la industria en México. Lo más notable es la diferencia que hace Friedrich sobre los principales intereses ingleses norteamericanos, franceses y alemanes en la banca, el comercio, los transportes. Los servicios públicos, la minería, el petróleo, la agricultura y la ganadería. Expone claramente su distribución geográfica, y la forma en que a veces planearon la violencia en vez de padecerla. Asimismo, establece las diferencias geoeconómicas entre los orígenes sociales de las diferentes facciones revolucionarias y contrarrevolucionarias y explica las razones geoeconómicas de sus diversas políticas extranjeras.
Aun así, analizada críticamente, la literatura histórica y económica contiene lo suficiente para sugerir varias tesis interesantes:
1. Independientemente del desorden y la violencia, de 1910 a 1920 funcionó una economía mexicana. Era una economía predominantemente capitalista, aunque no estable, sus regiones se desarrollaban en forma desigual: las más desarrolladas eran el noroeste, el noreste, el Distrito Federal y el Golfo. Y la menos desarrollada el lejano sur: la producción del petróleo y el henequén floreció durante toda la década.
2. Las circunstancias del ramo productivo, durante la Revolución, eran muy diferentes en cada región y año con año. En general, eran más violentas en las regiones centrales del norte y del sur, en particular en las áreas de ferrocarriles, minería, ganadería, algodón y azúcar; no eran tan violentas en las de la costa oeste ni en las del lejano sur; eran todavía menos violentas las del Golfo y Yucatán; y las menos violentas eran las de la Ciudad de México.
Explicación: