Respuestas
Respuesta:
Para ello, pese a que la perspectiva participativa no ocupa el centro de sus reflexiones, Dahl subraya de modo reiterado la necesidad perentoria de potenciar las capacidades de los ciudadanos para una mayor y cualificada implicación en la vida política. En este sentido, señala que cambios de escala (derivados de la creciente internacionalización del escenario político), complejidad (en la evaluación del impacto de las políticas) y comunicación (con el crecimiento exponencial de la información disponible), requieren una transformación profunda del concepto de ciudadanía. Esta necesidad supondría un nuevo paso, calificado como Poliarquía III, en el que aprovechando las posibilidades que brindan las telecomunicaciones se debería avanzar en:
- garantizar la información pública sobre la agenda
- creación institucional de oportunidades de influencia accesible para los ciudadanos en la fijación de temas
- incentivar la participación en el debate político
Manteniendo en todo momento la conexión entre los momentos normativo y empírico de su obra Dahl postula soluciones que permiten mejorar la calidad de los procesos vigentes articulando cuatro dimensiones fundamentales:
1. educación cívica
2. participación política
3. información
4. deliberación
Explicación:
En este sentido, llama la atención, por ejemplo, recuperando el concepto de "público atento" de Almond, sobre la necesidad de una masa crítica de ciudadanos informados "lo bastante activa para estabilizar y afianzar el proceso" (Dahl, 1997: 407), para lo cual el desarrollo de las telecomunicaciones constituiría un buen soporte técnico.