¿de que modo podemos preservar la dignidad de las personas mayores?
¿y de los que todavia no han nacido?
porfavor contesten
Respuestas
Debemos permitir que él da ya no sigues tomando sus propias decisiones incluso materias clínicas. Todos tenemos derecho a ser correctamente informados sobre nuestro estado de salud,además de los tratamientos alternativos que podemos disposición para poder tomar una decisión bien fundamentada. Esto implica que, como cuidadores, no debemos interferir en las decisiones del anciano, respetando siempre su criterio.sólo en los casos en que el deseo del anciano teoría nuestros principios éticos odontológicos podemos mostrar reticentes a cumplirlos.
A menudo, ya sea como familiares o profesionales clínicos, tendemos a violar esta autonomía del anciano pidiéndole la información desagradables sobre su estado de salud o tomando las decisiones clínicas por el.a que lo hagamos con buena intención se trata de un paternalismo que atenta directamente contra su dignidad humana.
Respuesta:
Debemos permitir que el anciano siga tomando sus propias decisiones incluso en materias clínicas. Todos tenemos derecho a ser correctamente informados sobre nuestro estado de salud, además de los tratamientos y alternativas que tenemos a nuestra disposición para poder tomar una decisión bien fundamentada. Esto implica que, como cuidadores, no debemos interferir en la decisión final del anciano, respetando siempre su criterio. Sólo en los casos en los que el deseo del anciano viole nuestros principios éticos o deontológicos podremos mostrarnos reticentes a cumplirlos.
A menudo, ya sea como familiares o profesionales clínicos, tendemos a violar esta autonomía del anciano omitiéndole información desagradable sobre su estado de salud o tomando las decisiones clínicas por él. Aunque lo hagamos con buena intención, se trata de un paternalismo que atenta directamente contra su dignidad humana.
Explicación:
EN POCAS PALABRAS:
“Omitirle información desagradable sobre su estado de salud o condicionar su toma de decisiones es una actitud paternalista que atenta directamente contra la dignidad del anciano”