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Respuesta:
la disputa de más de 60 años que divide al país más grande de Asia.
El conflicto terminó oficialmente en 1950, luego de más de 20 años de combates, pero en cierto sentido la guerra civil china todavía no ha terminado.
La razón: China y Taiwán se ven a sí mismos como los herederos del gobierno legítimo de China. O, para ser más precisos, del de una China unificada.
China ve a Taiwán como una provincia separatista que, tarde o temprano, se reunificará al país continental.
Aunque muchos taiwaneses insisten en que quieren mantenerse independientes, Pekín insiste en que ambos pueblos pertenecen a la misma familia china y que la independencia de Taiwán es un "callejón sin salida".
La disputa entre China y la que considera como "isla rebelde" amenaza con convertirse en un enfrentamiento violento con profundas implicaciones internacionales.
Los primeros que se asentaron en Taiwán fueron pueblos de las tribus austronesias, procedentes de Oceanía, el sureste asiático y partes de lo que es hoy el sur de China.
La isla quedó registrada por primera vez en los archivos chinos en 232 A.D., cuando China envió una fuerza expedicionaria a explorar el lugar.
Desde principios del siglo XVII, un importante número de migrantes empezaron a llegar a Taiwán desde China, muchos escapando de la agitación política o la penuria.
La mayoría eran chinos hoklo, procedentes de la provincia de Fujian, o chinos hakka, provenientes de Guangdong. Los descendientes de estas dos olas migratorias conforman la mayor parte de la población actual.
En 1895, después de la victoria de Japón en la primera guerra chino-japonesa, el gobierno Qing no tuvo más opción que ceder Taiwán a Japón.
Pero, después de rotunda derrota en la Segunda Guerra Mundial, Japón tuvo que renunciar al control de todos los territorios que había ocupado en China.
La entonces República de China, uno de los países vencedores en esa guerra, empezó a gobernar Taiwán con el consentimiento de los aliados Estados Unidos y Reino Unido.
Sin embargo, la guerra civil de China, que se había iniciado en 1927, continuó y, pocos años más tarde, las tropas del gobierno de Chiang Kai-shek fueron derrotadas por las fuerzas comunistas bajo Mao Tse Tung.
Explicación:
Respuesta:
El conflicto terminó oficialmente en 1950, luego de más de 20 años de combates, pero en cierto sentido la guerra civil china todavía no ha terminado.
La razón: China y Taiwán se ven a sí mismos como los herederos del gobierno legítimo de China. O, para ser más precisos, del de una China unificada.
Panamá rompe un vínculo histórico con Taiwán al establecer relaciones diplomáticas con China
Xi Jinping es, oficialmente, presidente de la República Popular China, el gigante asiático que tiene su capital en Pekín, una silla en el Consejo de Seguridad de la ONU y es una de las grandes potencias mundiales.
Tsai Ing-wen es presidenta de la República de China –también conocida como Taiwán–, que es considerada por Pekín una provincia renegada, pero todavía es reconocida por una veintena de países de América Latina y el Caribe, África, Europa y Oceanía.
Aunque el lunes, el gobierno de Panamá anunció que rompió sus relaciones diplomáticas de décadas con Taiwán al tiempo que las establece con China.
Pekín exige a los países con los que mantienen relaciones diplomáticas negárselas a Taiwán.
Una China, dos gobiernos
Para entender la situación de China y Taiwán, hay que remontarse a 1927 y el inicio de la guerra entre el entonces gobernante Partido Nacionalista Chino o Kuomingtang (al que pertenecía Ma Ying-jeou, presidente de Taiwán hasta 2016) y el Partido Comunista (al que pertenece Xi).
Habían pasado 15 años desde la abdicación del último emperador y luego de años de combates –interrumpidos durante una década por causa de la invasión japonesa de 1936– los comunistas, liderados por Mao, terminaron haciéndose con el control de la mayoría del territorio.
Eso obligó al líder nacionalista Chiang Kai-shek a trasladar su gobierno a la isla de Taiwán en 1949.
Naciones Unidas y la mayoría de los países occidentales siguieron considerando al de Taipéi –la capital de Taiwán– como el gobierno legítimo de China hasta 1971.
Ese año, sin embargo, la ONU pasó a reconocer al gobierno comunista como la autoridad legítima de una única China.
La política de la República Popular de obligar a elegir entre mantener relaciones diplomáticas con Pekín o con "la provincia renegada" hizo que el estatus internacional de Taiwán rápidamente se convirtiera en un asunto complicado.
Después de la decisión de Panamá, solo 20 de los 193 miembros de la ONU –incluyendo 11 naciones de América Latina y el Caribe– reconocen oficialmente al gobierno de Taipéi.
Pero muchos continúan manteniendo relaciones extraoficiales. Cuando Estados Unidos finalmente rompió relaciones diplomáticas con la isla en 1979 también se comprometió a defenderla.
Explicación:
El último incidente diplomático entre China y Taiwán ocurrió cuando la mandataria llevaba pocos meses en el cargo.
En diciembre de 2016, Donald Trump, todavía presidente electo de Estados Unidos, mantuvo una conversación directa con Tsai Ing-wen, quebrando la política estadounidense establecida en 1979, cuando los dos países rompieron relaciones formales.
Desde entonces, ningún presidente estadounidense, sea electo o en funciones, se había puesto en contacto con ningún mandatario de Taiwán.
Por qué la conversación de Donald Trump con la presidenta de Taiwán generó un reclamo diplomático de China
Pero Tsai Ing-wen hizo la excepción al llamar a Trump para felicitarlo por su victoria en las elecciones de noviembre de 2016.
El equipo de Trump explicó que el presidente también había "felicitado" a Tsai por convertirse en la presidenta de Taiwán en las elecciones de enero de ese año.
El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yii, presentó un reclamo formal en Washington.
3 temas en los que el presidente de EE.UU., Donald Trump, tuvo que dar marcha atrás después de sus furibundas amenazas a China
Pese a la queja, Trump sugirió días después que podía romper con la política de una "China unificada" y establecer relaciones formales con Taiwán. Dijo que si Pekín no hacía concesiones en comercio y otras cuestiones, no veía por qué esta política debía continuar.
Sin embargo, en febrero de 2017, cuando ya había asumido su cargo, Trump habló por teléfono con Xi Jinping y anunció que honraría la política de una "China unificada".
Posteriormente, en abril, recibió al líder chino en la "Casa Blanca de invierno" o Mar-a-Lago, en Florida
En años anteriores, China ya le ha ofrecido a Taiwán una versión de la fórmula "una nación, dos sistemas" que se aplica a Hong Kong, pero la propuesta no ha sido aceptada.
Mantener las cosas como están parece ser también la posición preferida de la mayoría de los taiwaneses, quienes, según las encuestas, no se decantan ni por la eventual unificación, ni por la independencia declarada.
Aunque por cuánto tiempo, nadie lo sabe: la nueva generación cada vez se siente más taiwanesa que China y muchos también creen que la isla se está volviendo excesivamente dependiente de su gran hermano.