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La pandemia de COVID-19 está suponiendo una emergencia sanitaria a nivel global. La crisis sanitaria se está transmitiendo a la sociedad a una velocidad inusitada, afectando al bienestar de los ciudadanos. Ante la situación de emergencia de salud pública y pandemia internacional, el Gobierno ha declarado el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. En este marco, las medidas previstas por las diferentes administraciones suponen una acción decidida para proteger la salud y seguridad de los ciudadanos, contener la progresión de la enfermedad y reforzar el sistema de salud pública. Entre las medidas temporales de carácter extraordinario que ya se han adoptado para prevenir y contener el virus y mitigar el impacto sanitario se encuadra la limitación de la libertad de circulación de las personas.
Ante la situación de aislamiento social y confinamiento domiciliario de la población, se destaca la necesidad de permanecer activos en casa, no solo porque es bueno para la función inmune (la actividad física es buena para nuestro sistema inmune, y las personas físicamente activas están mejor preparadas ante posibles infecciones), sino para evitar en la medida de los posible los problemas que acarrea el sedentarismo y un empleo útil del tiempo.
Se conoce que durante periodos de inactividad física se produce una atrofia muscular que conduce a una disminución de la capacidad funcional, mucho más agravada en adultos mayores, quienes por el mismo envejecimiento y los periodos de inactividad pierden más fuerza y masa muscular que otros grupos de población.
Además el ejercicio físico puede servir como complemento de tratamiento en enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión, diabetes, EPOC, artrosis, diversas cardiopatías y determinados tipos de cáncer, entre muchas otras.
También es importante que nuestros deportistas puedan acceder a recomendaciones sobre la forma en que pueden realizar un programa de mantenimiento de la aptitud física sin acudir a instalaciones deportivas y poder reincorporarse a la competición en un buen estado de forma en cuanto se suspendan las restricciones.
El Consejo Superior de Deportes, en colaboración con la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte y a través de las líneas de trabajo del Programa de Atención al Deportista de Alto Nivel, ha puesto en marcha un nuevo servicio de asesoramiento psicológico. El objetivo es apoyar a los deportistas durante la crisis del COVID-19.