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La psicología evolucionista estudia la psicología y la conducta de los humanos y primates desde el punto de vista de su historia evolutiva. Propone que la mente de los primates, incluido el hombre, está compuesta de muchos mecanismos funcionales llamados adaptaciones psicológicas o mecanismos psicológicos evolucionados (EPMs) que se han desarrollado mediante selección natural por ser útiles para la supervivencia y reproducción del organismo. La psicología evolucionista intenta explicar características mentales de la especie humana (tales como la memoria, la percepción, el idioma, y fundamentalmente las emociones) como adaptaciones: es decir, como los productos funcionales de la selección natural, a su vez forzada por la competencia para sobrevivir y reproducirse. Este enfoque adaptivo es el utilizado para entender el resto de los mecanismos biológicos como, por ejemplo, el sistema inmunitario. La psicología evolucionista aplica este mismo principio a la psicología.
Dado que la evolución de los homínidos (hasta llegar al Homo sapiens actual) se produjo en medios ancestrales totalmente diferentes al actual, los psicólogos evolucionistas toman como referencia las condiciones existentes en aquellos medios prehistóricos. Se postula, por ejemplo, que los seres humanos han desarrollado una capacidad mental especial para la adquisición del habla en forma naturalmente automática en los primeros años de vida. Pero lógicamente no heredaron una capacidad de lectura y escritura que fueron culturalmente desarrolladas. Otras adaptaciones incluyen la capacidad de leer las emociones de los demás, la capacidad de discernir parientes de no familiares, la habilidad de identificar y seleccionar una pareja, y la propensión para ayudar y actuar en forma altruista hacia sus congéneres. Esto a pesar de que los seres humanos son biológicamente organismos en conflicto con otros de su especie, incluidos sus compañeros y familiares. Los seres humanos, sin embargo, tienen una notable capacidad para la cooperación también, en la medida en que pueden desarrollar relaciones afectivas de largo plazo para beneficio mutuo