Respuestas
Respuesta:
Era en los finales del siglo XVIII, en el pueblo antioqueño de Medellín. Allí aparecen en la primera línea genealógica de Don Pedro Caballero y Doña Rosalía Álzate: María de la Luz, y Bárbara Caballero. Ellas son muy diferentes, tanto de apariencia, como de pensamiento. María de la Luz es gorda y fea como una criadora de cerdos con más de cinco hijos sumándole la mentalidad de ser sólo útil para procrearlos y criarlos. Por el contrario, Bárbara es una muchacha bella, joven, precoz y curiosa por lo que es de esperar que sea intrépida, reflexiva y crítica.
Bárbara un día se puso en la tarea de hablar sobre un tema muy importante con su padre. Ella le comentó que estaba muy disgustada con el trato que se les daba a las mujeres de su sociedad, alegando que no podían escribir, leer y solo podían quedarse en casa sin hacer nada más que tener hijos, ya que todo lo hacían las negras, incluso estos criaban a los niños y servían de nodrizas. Bárbara deseaba más que todo aprender algo, hacerlo bien y ser la mejor en aquello. Pero, lastimosamente su clase social de criolla no le permitía disfrutar los privilegios que tenían las mujeres españolas como su madre Rosalía.
Posterior a la discusión, su padre y su cuñado, preocupados por lo que ella podía estar diciendo, le respondieron que no estaba bien que una mujer tan bella y pulcra se tuviera que enterar de lo que dicen los libros; advirtiéndole que algunos tenían temas llenos de maldad. Bárbara alegó diciendo que si no podía hacerlo, entonces trabajaría en una mina o en lo que él quisiera, argumentando que podría hacer los mismo que un hombre, e incluso mejor.Su padre disgustado por las súplicas y la discusión les puso fin diciendo que al día siguiente fuera a la mina del pueblo y empezara a trabajar, de esa manera esperaba que aprendiera la lección. Pero en cambio, ella se fue muy gustosa pensando en que por fin tuvo lo que quería, bueno no todo pero eso era un comienzo para probarse a sí misma frente a todos los demás, frente a una sociedad dominada por hombres, una sociedad segregadora donde las mujeres eran cerdos de cría.
Explicación:
Respuesta:
Esta historia es un entramado de elementos tradicionales que convergen en una época específica, con datos específicos y un lugar específico. Yolombó, un pueblo alejado, acostumbrado y antioqueño es el lugar que alberga el corazón de una protagonista fuera de serie. Su empeño por destapar sus ojos cada vez más es una constante que anima al lector.
La problemática se lleva a cabo en la Colombia de la colonia, de reyes, esclavos, coronas y mandatos españoles. Desde la subjetividad que acompaña a quien golpea en el teclado, es de Tomás Carrasquilla lo más rico sus diálogos. Es en ellos en donde se centra la fuerza de su ken hecho escrito. El estilo coloquial que acompaña las obras de este paisa las hace únicas y alejadas de excentricidades suntuosas y ostentosas. El lector se encuentra en capacidad de entender el uso coloquial de palabras que nos transportan a aquellos días, en donde es fácil imaginar el par de campeches hablando de usted a su merced con una exquisitez y riqueza de la lengua provinciana de la Colombia de entonces.
El libro permite conocer los pensamientos y actitudes que forjan la sociedad imperante, el amor a su rey español, la casta que le va al perro blanco, el denigre del negro africano, el papel del indígena, la jugada central del oro, minerales y tesoros que abrazan las tierras nuevas, la Latinoamérica olvidada, hecha esclava, subyugada, explotada, amada y siempre atenta, honesta y de vez en vez manchada en sangre.
Se confrontan datos que hacen a Cali la ciudad con más población negra, las murallas de la bella Cartagena, las cadenas y dolores que esconden sus paredes, la Colombia llena de errores y dioses falsos. De mano del poder, la Iglesia Católica, de mano del dolor, la Iglesia Católica, de mano de la esclavitud, la Iglesia Católica, de mano de la ignorancia, la Iglesia Católica, de mano del estatus quo, la Iglesia Católica.
Esta rubia de piel tersa y blanca es más protagonista que ni la misma Marquesa, es ella denominadora de pasos fangosos convertidos en "bondad" e imágenes con sendos velones bajo los pies desnudos. No crean que la Marquesa, del todo, sea una rebelde que pretende desequilibrar la perfecta armazón de la colonia de entonces, adora a sus reyes casi dioses defecantes, a su Iglesia y su doctrina, santos, velas, rezos y cuanta cosa emplea el católico del ayer y de hoy.