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Respuesta:
Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo. Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.
a. Un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Éste es el sirviente llamado Eliezer (Génesis 15:2), por lo menos tenía unos 60 años antes de esto. Si era otra persona el Espíritu Santo no quiso que lo supiéramos.
b. Pon ahora tu mano debajo de mi muslo: según las costumbres antiguas, esto describe un juramento bastante serio. Abraham está sumamente preocupado en que Isaac no se case con una novia canaanita.
2. (Génesis 24:5-9) La misión claramente definida.
El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.
a. Abraham le dijo: Aparentemente, Abraham anticipaba que podría morir mientras su sirviente no estaba, así que las instrucciones que dio fueron bastante claras.
b. Solamente que no vuelvas allá a mi hijo: Isaac el hijo de la promesa, no dejó la tierra prometida ni una vez.
Respuesta:
Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo. Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.
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