Respuestas
Respuesta:
En una de las intervenciones finales que hice ante la Conferencia Diplomática en Ginebra, que en 1977 aprobó los dos protocolos adicionales a las Convenciones de 1949, expresé ciertos conceptos (el 22 de abril, exactamente), que tal vez conviene rescatar:
Permítaseme recordar cómo hace un siglo largo, cuando se discutía el primer convenio de Ginebra, los civiles estaban al margen de la guerra, no se les tomaba en cuenta, en lo que aparecía como una situación exclusivamente militar, entre beligerantes. De un tiempo para acá los civiles están involucrados en la guerra de una manera que nuestros antecesores en trabajos como éste, estuvieron lejos de prever. Hoy corren tantos o más riesgos y peligros que los combatientes. La paradoja consiste en que parece ser en tiempo de paz cuando se distinguen más claramente civiles y militares, que en tiempos de guerra, cuando tienden a confundirse.
Ello obedece a factores múltiples, como los que configuran el eclipse de la guerra clásica, el aparecimiento de formas no convencionales, de armamentos, estrategias y dimensiones que podemos calificar de revolucionarios en este campo. Coinciden en la ruptura de ese criterio clásico a la vez las más avanzados inventos tecno-científicos y los más primitivos métodos de lucha.
En un mundo que tiende a la internacionalización -a veces a la supranacionalización- en todo, también la guerra tiende a dicha internacionalización. A veces no es nítida la frontera entre un conflicto interno y otro internacional, o lo es mucho menos que en siglos anteriores. Esa es otra consecuencia de la Ley de la inter- dependencia que hoy nos rige...
Explicación: