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Respuesta:
fracaso boliviano
Explicación:
El proceso bolivariano en Venezuela, a partir de la elección de Chávez en el año 1998, comenzó en un momento crítico de la historia del país. En una sociedad que había entrado ya hacía dos décadas en el agotamiento del modelo petrolero rentista y su Estado clientelar, una sociedad que atravesaba una severa crisis económica con un sistema político inestable y profundamente deslegitimado, las propuestas y el discurso de Chávez lograron crear un sentido de rumbo, una esperanza colectiva de que era posible otro horizonte para la sociedad.
En la primera década del gobierno de Chávez se produjeron cambios importantes en la sociedad. Se llevó a cabo un proceso constituyente que culminó con la aprobación, por vía de referéndum, de una nueva constitución. En ésta se estableció una amplia gama de modalidades de democracia participativa, destinadas no a reemplazar a la democracia representativa, sino a profundizar la democracia. En un momento en que operaba en todo el continente una fuerte oleada neoliberal, se constitucionalizaron no solo los derechos políticos, sino igualmente los sociales, económicos y culturales tales como el derecho a la educación en todos los niveles y el acceso a servicios de salud públicos gratuitos. Por primera vez en la historia se reconoció a los pueblos indígenas y sus derechos, incluidos los territoriales. Se dispuso un amplio control estatal sobre la industria petrolera y demás industrias básicas.
Con un mayor control público sobre los ingresos petroleros y un incremento sostenido de los precios de los hidrocarburos, aumentó sustancialmente el ingreso fiscal. Se produjo una fuerte reorientación del gasto público hacia políticas sociales, las denominadas misiones destinadas prioritariamente a los sectores menos favorecidos de la población. Se amplió extraordinariamente la cobertura de la seguridad social. Como resultado de estas políticas y de un crecimiento económico sostenido durante varios años, se redujeron significativamente tanto los niveles de pobreza y de pobreza crítica (medidos por ingreso monetario), como los índices de desigualdad. Mejoraron todos los principales indicadores sociales como la matrícula escolar, los niveles de nutrición, y la mortalidad infantil.
Se produjeron profundos cambios en la cultura política popular. De unas condiciones generalizadas de apatía y distancia en relación a un sistema político desprestigiado en el cual había ido desapareciendo toda noción de lo popular hasta del ámbito del discurso, se pasa a una nueva condición de optimismo, de dignidad y convicción de que con la organización y movilización colectiva sería posible la construcción de un futuro mejor. Se dan ricos y variados procesos de organización popular como las Mesas Técnicas de Agua, los Consejos Comunitarios de Agua, los Comités de Tierras Urbanos, los Comités de Salud, y posteriormente, los Consejos Comunales y las Comunas, que en su conjunto involucraron a millones de personas. Durante más de una década el gobierno de Chávez contó con elevados niveles de legitimidad en el mundo popular venezolano y ganó sucesivas elecciones entre los años 1998 y 2012.
En el ámbito latinoamericano, los ejemplos y las iniciativas del gobierno bolivariano jugaron un papel significativo en la emergencia de los gobiernos denominados progresistas que cubrieron la mayor parte de la geografía de América del Sur. Fueron importantes sus iniciativas tanto en la derrota del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), orden constitucional neoliberal que el gobierno de los Estados Unidos pretendía imponer sobre todo el continente, como en la creación de nuevos mecanismos de solidaridad e integración latinoamericanos: UNASUR, CELAC, Alba y Petrocaribe.
Este extraordinario proceso de cambio se convirtió en una referencia global, en un rayo de esperanza tanto para pueblos y movimientos latinoamericanos, como para comunidades tan remotas como los campamentos de refugiados palestinos en Beirut y movimientos sociales en la India y en el Sureste Asiático.
Como era de esperarse, en un proceso político definido como anti-imperialista, y posteriormente como socialista, el proyecto bolivariano enfrentó durante todos estos años presiones y amenazas externas por la derecha global, especialmente por parte del gobierno de los Estados Unidos. Desde sus propios inicios, el gobierno de Chávez confrontó acciones imperiales destinadas a deponerlo. El gobierno de los Estados Unidos en todo momento ha apoyado política y financieramente los intentos de la derecha venezolana por derrocarlo, comenzando por el golpe de Estado de abril 2002 y el paro petrolero-lockout empresarial que prácticamente paralizó al país durante dos meses entre los años 2002 y 2003.