¿Desde cuándo y en ámbitos los humanos aprendemos normas?
¿Qué relación tiene el proceso de socialización con el aprendizaje de reglas?
Respuestas
Respuesta:
Sin duda, en nuestra sociedad, la educación, vista como proceso formal o informal, constituye la oportunidad permanente para que los seres humanos avancen en su propia conformación y fortalecimiento como actores sociales e individuales. La participación de las personas en este proceso construccionista2 social les da la oportunidad de acceder a diversas maneras de enfrentar la cotidianidad, constantemente renovada, de su vida. Es decir, aun cuando se alude recurrentemente al aprendizaje permanente, la educación no representa para sí misma un fin.
Perspectivas Teóricas y Procesos de Socialización
Existen tres perspectivas básicas en cuanto a los procesos de socialización (Bugental
y Goodnow, 1998): una perspectiva biológica, la perspectiva cognitiva y una perspectiva
socio-cultural.
Desde la perspectiva biológica se entiende que la herencia biológica nos
proporciona los mecanismos necesarios para adaptarnos a la sociedad, de manera que las
personas al nacer ya venimos preparados para ser capaces de llevar a término el proceso de
socialización. Este enfoque se enfrenta a la idea de aquellos autores que defienden que el
hombre al nacer es una “tabla rasa”. Desde este punto de vista, los niños no serían
recipientes vacíos ante la influencia de su entorno, considerándose que la persona está
dotada a nivel genético y biológico - neurohormonal - con una serie de influencias que le
permiten interactuar con los demás miembros de la sociedad. Esta perspectiva se justifica
si tenemos en cuenta que determinados signos sociales, como la sonrisa o el llanto, son
instrumentos de origen biológico que nos facilitan la interacción con nuestro entorno.
Explicación: