convierte el sig cuento en un guion teatral
EL LADRÓN DE SUEÑOS DE GENTILEZA DE MARIAN BENEDIT
Ante un grupo de niños, un hombre narró la siguiente historia.
Había una vez un muchacho cuyo padre, un entrenador de caballos, era pobre y contaba con apenas algunos re¬cursos para mantener a su familia y mandar a su hijo a la escuela.
Una mañana en la escuela, mientras el muchacho estaba en clase, el profesor pidió a los alumnos que escribieran la meta que querían alcanzar cuando fueran adultos.
Esa noche, el joven escribió una composición de siete páginas en la que describía su sueño con mucho detalle. Hasta dibujó un plano de todo el proyecto: el rancho, las pesebreras, la ganadería, el terreno y la casa en la que quería vivir. En fin, puso todo su corazón en el proyecto y, al día siguiente, lo entregó al profesor.
Dos días más tarde, recibió de vuelta su trabajo con una calificación reprobatoria y una nota que decía: “Venga a verme después de clases”.
El chico fue a ver a su profesor y le preguntó:
—¿Por qué me reprobó?
El profesor le dijo:
—Es un sueño poco realista para un chico como tú. No tienes recursos; vienes de una familia pobre. Para tener lo que quieres hacen falta muchas cosas y además mucho dinero. Tienes que comprar el terreno, pagar por la cría original y después tendrás muchos gastos de mantenimiento. No podrías hacerlo de ninguna manera.
A continuación, el profesor agregó:
—Si vuelves a hacer el trabajo con objetivos más realistas, reconsideraré tu nota.
El chico volvió a su casa y pensó mucho. También le preguntó a su padre qué debía hacer. Éste le respondió:
—Mira, hijo, tienes que decidir por ti mismo; de todos modos, creo que es una decisión importante para ti, ¿cierto?
Finalmente, después de reflexionar durante una semana, el chico entregó el mismo trabajo, sin hacer cambio alguno.
Le dijo al profesor:
—Usted puede quedarse con mi mala nota; yo me que¬daré con mi sueño.
Al concluir, el hombre miró a los niños y les dijo:
—Les cuento esta historia porque es mi historia. Aquí estamos, en la casa de mis sueños, dentro del rancho que me propuse conseguir, porque ésa era la meta de mi vida. Aún conservo aquella tarea del colegio enmarcada sobre la chimenea.
Luego agregó:
—Lo mejor de la historia es que, hace dos años, ese mismo profesor trajo a treinta chicos a visitar mi rancho.
No dejemos que nadie nos robe nuestros sueños, ni tampoco robemos a otros los suyos
Respuestas
Respuesta:
convierte el siguiente cuento en un guion teatral
EL LADRÓN DE SUEÑOS DE GENTILEZA DE MARIAN BENEDIT
(Ante un grupo de niños, un hombre narró la siguiente historia) (cursiva)
Hombre: Había una vez un muchacho cuyo padre, un entrenador de caballos, era pobre y contaba con apenas algunos re¬cursos para mantener a su familia y mandar a su hijo a la escuela.
Una mañana en la escuela, mientras el muchacho estaba en clase, el profesor pidió a los alumnos que escribieran la meta que querían alcanzar cuando fueran adultos.
Esa noche, el joven escribió una composición de siete páginas en la que describía su sueño con mucho detalle. Hasta dibujó un plano de todo el proyecto: el rancho, las pesebreras, la ganadería, el terreno y la casa en la que quería vivir. En fin, puso todo su corazón en el proyecto y, al día siguiente, lo entregó al profesor.
Dos días más tarde, recibió de vuelta su trabajo con una calificación reprobatoria y una nota que decía: “Venga a verme después de clases”.
(Entra a escena el Chico y el Profesor)
Chico: —¿Por qué me reprobó?
Profesor: Es un sueño poco realista para un chico como tú. No tienes recursos; vienes de una familia pobre. Para tener lo que quieres hacen falta muchas cosas y además mucho dinero. Tienes que comprar el terreno, pagar por la cría original y después tendrás muchos gastos de mantenimiento. No podrías hacerlo de de ninguna manera. Si vuelves a hacer el trabajo con objetivos más realistas, reconsideraré tu nota.
(Salen el Chico y el Profesor, mientras tanto el Hombre queda solo en escena)
3ra escena
Hombre: El chico volvió a su casa y pensó mucho. También le preguntó a su padre qué debía hacer.
(Entra a escen el Padre con el Chico)
Padre: Mira, hijo, tienes que decidir por ti mismo; de todos modos, creo que es una decisión importante para ti, ¿cierto?
Hombre: Finalmente, después de reflexionar durante una semana, el chico entregó el mismo trabajo, sin hacer cambio alguno.
(Padre sale de scena y entran el Chico con el Profesor)
Chico: Usted puede quedarse con mi mala nota; yo me que¬daré con mi sueño.
(El Chico con el Profesor se quedan en escena observando los papeles mientras el Hombre avanza hacia el prosenio y bajo un senital continúa)
Hombre: Les cuento esta historia porque es mi historia. Aquí estamos, en la casa de mis sueños, dentro del rancho que me propuse conseguir, porque ésa era la meta de mi vida. Aún conservo aquella tarea del colegio enmarcada sobre la chimenea. Lo mejor de la historia es que, hace dos años, ese mismo profesor trajo a treinta chicos a visitar mi rancho.
No dejemos que nadie nos robe nuestros sueños, ni tampoco robemos a otros los suyos.
FIN- Apagón
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