Respuestas
Respuesta:
Cualquier conflicto, sea en el plano laboral o personal, no es otra cosa que un problema de comunicación entre dos o más partes. Centrándonos en el ámbito profesional, con frecuencia se producen situaciones de desavenencias tanto internas como externas por culpa de la tendencia a reemplazar los datos reales (obtenidos tras establecer contacto directo con otro stakeholder) por nuestros propios supuestos e ideas preconcebidas, que dan lugar a conclusiones erróneas que generan tensión y malentendidos que se podrían evitar mediante la escucha activa
Explicación:
Cualquier conflicto, sea en el plano laboral o personal, no es otra cosa que un problema de comunicación entre dos o más partes. Centrándonos en el ámbito profesional, con frecuencia se producen situaciones de desavenencias tanto internas como externas por culpa de la tendencia a reemplazar los datos reales (obtenidos tras establecer contacto directo con otro stakeholder) por nuestros propios supuestos e ideas preconcebidas, que dan lugar a conclusiones erróneas que generan tensión y malentendidos que se podrían evitar mediante la escucha activa.
La falta de tiempo, la necesidad de cumplir con los objetivos corporativos o no contar con un adecuado sistema para generar canales de comunicación fluidos pueden llevar a asignar a nuestro interlocutor una serie de atributos preconcebidos basados en la utilización de prejuicios. Si dicho stakeholder que tenemos enfrente utiliza estos mismos códigos en relación a nosotros, lo más probable es que se conforme un círculo dinámico de retroalimentación de la desconfianza que hará que cualquier intercambio de ideas sea cada vez más difícil, fomentando una relación tensa y poco eficaz.