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Respuesta:El agua es fuente de vida y cultura. Consideramos que el agua es sagrada y limitada. Su disponibilidad depende de su ciclo, en el que suelo, clima y otros factores están entrelazados de manera íntima y compleja. Trabajar contra esta delicada trama, como estamos haciendo cada vez más, es alterar el ciclo de la vida. Para enfrentar la crisis del agua con éxito tenemos que integrarnos respetuosamente a los ritmos de la naturaleza y abandonar la torpe pretensión de dominarla.
2. El agua es un bien común, no una mercancía. El agua es un derecho humano fundamental y su acceso ha de ser público. No podemos ni debemos asignarle un valor económico al agua; es un bien común y de ningún modo habremos de otorgar al mercado la función primordial de regular el acceso de las personas al agua. Al mismo tiempo, es indispensable aplicar medidas eficientes y democráticas de costos y precios para muchos de los servicios, como el del agua potable y de uso industrial o agrícola. La modificación de tarifas debería seguir a un auténtico proceso de consulta y discusión. Las tarifas, además, deben ser progresivas en relación con el consumo, instaurarse a la par de otras acciones –especialmente de concienciación pública—y considerar mecanismos para destinar una parte significativa de la recaudación a obras de conservación de las esponjas naturales.
3. El cuidado del agua es responsabilidad común. La atención de los múltiples problemas que tenemos corresponde a todos. El empeño requerido para resolver los asuntos del agua sólo podrá tener éxito con base en una amplia y eficaz concertación de los esfuerzos públicos y privados, Debemos considerar de alta prioridad el fortalecimiento a corto y mediano plazo de mesas de concertación que permitan acuerdos y compromisos entre los grupos sociales, productores, instituciones gubernamentales y no gubernamentales y autoridades locales, los cuales se traduzcan en iniciativas para cuidar el agua. En ellas la plena participación de las mujeres y la perspectiva de género son imprescindibles.
4. Los esfuerzos deben concentrarse en los niveles local y de cuenca. Tenemos que hacer énfasis en lo local y en especial en la definición de las cuencas como unidades conceptuales y de trabajo. En estos niveles, deben adoptarse estrategias integrales que conserven los procesos naturales de los que depende el agua y simultáneamente den opciones de mejoramiento social a sus habitantes. Las cuencas son unidades naturales, identificables en el campo y que las comunidades conocen de manera práctica, pero sobre todo ponen en el centro al agua, como elemento natural y social de cohesión.
5. Garantizar el acceso de todos al agua para subsistencia y los procesos naturales. El agua disponible es limitada. Usamos cada vez de peor manera el agua a nuestro alcance y la repartimos inequitativamente, por ello tenemos que jerarquizar el acceso al agua de acuerdo con los fines a que se destina. El orden de prioridades de uso tiene que asegurar el equilibrio natural y el acceso de todos al agua para vivir (beber, cocinar, bañarse, etc.). Proponemos la siguiente jerarquía de usos:
a) Mantenimiento de los sistemas naturales
b) Satisfacción de las necesidades básicas
c) Usos sociales y comunitarios
d) Actividades agropecuarias
e) Usos privados de beneficio económico
6. Apoyar a las comunidades rurales que aseguran el mantenimiento del agua. Los usuarios del agua, especialmente de las ciudades, deben compensar a quienes protegen las fuentes de agua. Un modo alternativo al de los actuales esquemas federales de servicios ambientales –que han resultado ineficaces y hasta contraproducentes–, para concretar apoyos para los campesinos que cuidan el agua, sería la creación de Fondos para la Producción Sustentable, con el propósito de contribuir a impulsar iniciativas de grupos locales destinadas a la restauración ecológica y la transformación productiva de sus ecosistemas de manera socialmente justa y ecológicamente sana.
Respuesta:
Explicación:Para enfrentar la crisis del agua con éxito tenemos que integrarnos ... El cuidado del agua es responsabilidad común. ... conocen de manera práctica, pero sobre todo ponen en el centro al agua, como elemento natural y social de cohesión. 5. ... ambientales –que han resultado ineficaces y hasta contraproducentes.