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Respuesta:1 No descendemos de los monos
Los humanos modernos, la especie Homo sapiens sapiens, no evolucionó de los monos, sino que comparte un ancestro común con ellos.
"Un error muy común es pensar que 'descendemos de los monos'. Ese error hace que mucha gente niegue la teoría de la evolución", explicó a BBC Mundo el paleoantropólogo español José María Bermúdez de Castro.
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"Para empezar, es mejor afirmar que somos una especie más del orden primates", dijo el coordinador del Programa de Paleobiología del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana de Burgos y codirector del proyecto de investigación y excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca.
Este linaje de primates "comienza su historia evolutiva hace unos 7 millones de años. En ese tiempo, un ancestro común con los chimpancés divergió en dos linajes diferentes, seguramente por cuestiones climáticas".
"El linaje que dio lugar a los chimpancés, Pan paniscus y Pan troglodytes, se quedó en el oeste de África. El linaje que a la postre dio lugar a la humanidad actual evolucionó en el sur y este de África".Bermúdez de Castro agregó que compartimos cerca del 99% de nuestros genes con los chimpancés, pero la diferencia (aproximadamente de 1,2%) es importante, puesto que tenemos entre 20.000 y 25.000 genes operativos.
"Deberíamos reflexionar sobre nuestra estrecha relación con estos primates, nuestro primos hermanos", agregó el científico español.
2.Más de la mitad de tu cuerpo no es humano
Se estima que cerca de la mitad del cuerpo humano está compuesto por células humanas, pero el resto es una mezcla de bacterias, virus y hongos que componen lo que se conoce como el microbioma.
Ese microbioma, que es tan peculiar de cada persona como su huella digital, influye en una gran variedad de funciones que van desde la digestión al sistema inmunológico.
"Eres un 43% humano según las estimaciones más recientes, si cuentas todas las células", señaló a la BBC en 2018 el profesor Rob Knight, de la Universidad de California en San Diego.
Si pensamos en términos genéticos, las cifras son aún más sorprendentes. Microbiólogos de la Escuela de Medicina de Harvard y del Centro Joslin de Diabetes analizaron el ADN de unas 3.500 muestras de la boca e intestinos.
Los resultados del trabajo, publicado este año en la revista Cell Host & Microbe, indican que había cerca de 46 millones de genes bacterianos, 24 millones en el microbioma de la boca y 22 millones en los intestinos.
3. Estamos llenos de vestigios evolutivos
La evolución es un proceso que puede ser muy lento y algunos de sus vestigios pueden permanecer mucho tiempo después de que dejan de cumplir una función.
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Un ejemplo es el apéndice, que habría cumplido en nuestros antepasados una función relacionada con la digestión de la celulosa de las plantas.
Otro ejemplo es el de las muelas de juicio, que eran útiles para moler alimentos fibrosos.
El coxis es considerado también un vestigio evolutivo que en el pasado contribuyó a mantener el equilibrio. El coxis es el vestigio de una cola que en el caso de los embriones humanos aparece hacia el final de la cuarta semana del desarrollo embrionario para desaparecer en el inicio de la octava semana.
Y si te erizas cuando sientes frío o estrés, eso significa que tus fibras musculares conocidas como arrector pili se están contrayendo en forma involuntaria, lo que seguramente te dará escalofríos.
Si eres un animal en su medio silvestre, que se te pongan los pelos de punta puede ser útil, ya que tus pelos pueden atrapar más aire para retener calor. O puedes parecer más grande de lo que eres, lo que podría desanimar a tus predadores.
Pero en el caso de los seres humanos nuestros arrector pili no proveen ninguno de esos beneficios.
4.Nuestra especie surgió hace unos 300.000 años
a historia de nuestros orígenes está cambiando constantemente a medida que se descubren nuevos fósiles.
"Nuestra especie, Homo sapiens, surgió en África hace algo más de 200.000 años. Algunos investigadores piensan que ciertos fósiles de un yacimiento de Marruecos (Jebel Irhoud) ya pertenecían a nuestra especie. Esos fósiles tienen 315.000 años de antigüedad", explicó Bermúdez de Castro.
"Con independencia de este debate en la cifras, no se conocen cambios importantes en el medio ambiente de África en esta época del Pleistoceno".
Las glaciaciones afectaron al hemisferio norte y tuvieron repercusión en el debilitamiento de la especie Homo neanderthalensis.