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Tres años después de que el profeta José Smith (1805-1844) vio y habló con el Padre Eterno y con Jesucristo en la Arboleda Sagrada, el ángel Moroni se le apareció. Como parte de la instrucción, Moroni le dijo a José Smith en cuanto a la futura venida de Elías. En referencia a esta secuencia de acontecimientos, el élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “Los acontecimientos introductorios de la Restauración revelaron un entendimiento correcto de la Trinidad, recalcaron la importancia del Libro de Mormón y previeron la obra de salvación y exaltación tanto de los vivos como de los muertos. Esa secuencia inspiradora es instructiva en cuanto a los asuntos espirituales que son de suprema prioridad para la Deidad” (“El corazón de los hijos se volverá”, Liahona,noviembre de 2011, pág. 24).
El élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, declaró: “Elías no solo vino para avivar la investigación de los antepasados, sino que también para hacer posible que las familias se entrelazaran eternamente más allá de los límites de la vida terrenal. En verdad, la oportunidad de que las familias se sellen para siempre es la verdadera razón de nuestra investigación” (“Un nuevo tiempo para la cosecha”, Liahona, julio de 1998, pág. 36). En esta lección usted ayudará a los alumnos a entender y apreciar la importancia de la misión de Elías el Profeta, quien restauró las llaves para sellar al profeta José Smith, permitiendo que las familias sean selladas para siempre y así cumplir con uno de los aspectos de la Restauración “de mayor prioridad para la Deidad”.
Explíqueles que todos los 15 profetas, videntes y reveladores de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que incluye a los Doce Apóstoles, a los consejeros de la Primera Presidencia y al Presidente de la Iglesia, quien preside, tienen las llaves para sellar, las cuales fueron otorgadas a José Smith por Elías el Profeta. Otras Autoridades Generales y selladores de los templos de todo el mundo reciben la autoridad delegada para sellar a las parejas y a las familias, tanto vivos como muertos, en los santos templos. Ayúdeles a saber que el Señor les bendecirá y guiará a medida que vuelvan sus corazones hacia sus familiares y procuren proporcionar las ordenanzas salvadoras del Evangelio a los que se encuentran en el mundo de los espíritus.
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