Respuestas
Respuesta:
Las guerras árabo-bizantinas fueron una serie de contiendas disputadas entre los musulmanes mayoritariamente árabes y el Imperio romano de Oriente o bizantino entre los siglos VII y XI d. de C. Comenzaron como parte de la expansión musulmana durante los reinados de los califas ortodoxos y omeyas del siglo VII y continuaron con sus sucesores, hasta mediados del siglo XII.
La irrupción de los árabes de la península arábiga en los años 630 les permitió a estos despojar a los bizantinos de sus provincias meridionales (Levante y Egipto). Durante los siguientes cincuenta años, los califas omeyas emprendieron una serie de acometidas contra la todavía bizantina Asia Menor; amenazaron dos veces la capital imperial (Constantinopla) y se apoderaron completamente del Exarcado de África. La situación no se estabilizó hasta el fracaso del segundo sitio árabe de Constantinopla, en el 718; la frontera entre los dos enemigos quedó fijada en los montes Tauro, en el borde oriental de Asia Menor. En la zona, casi despoblada, surgieron poderosas defensas de ambos Estados. Durante el Califato abasí, las relaciones entre bizantinos y musulmanes se normalizaron; hubo un intercambio de embajadas e incluso algunos períodos de tregua, pero el conflicto siguió siendo la norma. Tanto por el gobierno abasí como por los señores locales organizaban incursiones y represalias de las campañas enemigas casi todos los años, hasta bien entrado el siglo X.
Explicación: