1¿Que fue el porfiriato?
2¿Cuanto tiempo duro el mandato de profirió diaz?
3. Cuales fueron los aspectos positivos que se dieron durante el porfiriato?
Respuestas
Respuesta:
El porfiriato o porfirismo fue un período de la historia de México durante el cual el poder en México estuvo bajo control del militar oaxaqueño Porfirio Díaz entre el 28 de noviembre de 1876 y el 25 de mayo de 1911.
El presidente Díaz en 1903, ataviado con ropa civil.
El período se acota a partir de dos acontecimientos políticos: el primero, cuando el 28 de noviembre de 1876 Díaz inicia su primer mandato presidencial meses después de vencer a los lerdistas e iglesistas; el segundo, el 25 de mayo de 1911, cuando meses después de haber estallado la Revolución, el caudillo abandona el poder y sale rumbo al exilio a Francia.
Historia
Porfirio Díaz fue un militar que destacó por su participación en la Guerra de Reforma y en la Intervención francesa en la que logró recuperar para la causa republicana la Ciudad de México y Puebla. Conocido como el héroe del 2 de abril, contendió por la presidencia contra Benito Juárez en 1867 y 1871, y al ser derrotado proclamó el Plan de la Noria. Vencido, a la muerte de Juárez, por Sebastián Lerdo de Tejada, Díaz se retiró a Veracruz donde logró posicionarse políticamente gracias a la impopularidad creciente de Lerdo. Al acercarse la reelección de este, Porfirio Díaz decidió rebelarse militarmente en su contra. Díaz gozaba de gran prestigio entre los militares y de renombre en los círculos políticos del país. El triunfo del Plan de Tuxtepec, lo llevó a la presidencia de México para gobernar desde 1876 hasta 1911, con una breve interrupción durante el gobierno de Manuel González.
En los 31 años de Porfiriato se construyeron en México más de 19 000 kilómetros de vías férreas gracias a la inversión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero en minería, agricultura, petróleo, entre otros rubros y se impulsó la industria nacional.
Con la entrada de José Ives Limantour en Hacienda en 1893 surgió un auge de las compañías enajenadoras de terrenos comunes baldíos, se modificó la Constitución de 1857 para permitir las reelecciones y se aprobó la ley que otorgaba la gran explotación minera a los capitales de Estados Unidos y Gran Bretaña. Limantour, tras la crisis de 1891, abrió el país a la inversión extranjera y promovió la creación de nuevas industrias. La corrupción, el fraude electoral y la represión fueron las propuestas de la administración Díaz a las tensiones sociales, nacidas del contraste entre una oligarquía poderosa, controladora de los resortes económicos y políticos y una población de casi 13 millones de personas ligadas mayoritariamente a la tierra. La crisis de 1907 y las luchas de sucesión en el seno del gobierno favorecieron el inicio de la revolución mexicana, dirigida por Madero.
En este periodo se continuó el esfuerzo iniciado con Manuel González por superar la educación en todos sus niveles; hombres de la talla de Joaquín Baranda, Ezequiel Chávez, Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez le dieron lustre a este proceso que incluyó desde los jardines de niños hasta la educación superior, pasando por la formación de maestros.
Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador.
Chihuahua fue el principal escenario de las derrotas porfiristas ya que Pancho Villa y Pascual Orozco conquistaron Ciudad de Guerrero, Mal Paso, venció en la batalla de Casas Grandes, Chihuahua y la toma de Ciudad Juárez, por el Sur, Emiliano Zapata al frente de sus tropas campesinas, amagaban la capital y derrotaron en Cuautla al 5.° Regimiento de Oro (el mejor batallón del Ejército federal) aunque irrelevantes en el plano militar, fueron las batallas que facilitaron el camino de los revolucionarios hacia la victoria contra la dictadura. Habiendo tenido esos fracasos en el terreno militar y otros en el plano de las negociaciones, Díaz prefirió renunciar a la presidencia y abandonó el país en mayo de 1911.
Finanzas públicas y desarrollo económico
Díaz heredó una hacienda pública en quiebra. Las deudas con el extranjero y con prestamistas nacionales eran considerables.
Para el arreglo de las finanzas los ministros de hacienda (Matías Romero, Manuel Dublán y José Yves Limantour) recurrieron a diversas vías:
Redujeron gastos públicos y administraron los recursos de forma adecuada.
Ejercieron mayor control de los ingresos.
Crearon nuevos impuestos que no obstaculizaban al comercio.
Gracias a un nuevo préstamo, reestructuraron la deuda interna y externa, lo que permitió ganar la confianza de los inversionistas y obtener otros empréstitos e inversiones.
Se llegó a un acuerdo con los acreedores con el fin de diferir los pagos y establecer una tasa de interés fija.